ÁVILA
Viajamos a Arévalo, situado en la provincia de Ávila, para conocer la historia que esconde esta Ermita de La Lugareja.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a la localidad de Arévalo, situada en la provincia de Ávila, en Castilla y León. Estamos ante un lugar absolutamente idílico y mágico, en el que cada vez son más los turistas que deciden visitar sus calles para dejarse llevar por su encanto.
En Arévalo encontramos un gran número de monumentos y construcciones que no dejan absolutamente indiferente a nadie. Un claro ejemplo lo encontramos, sin lugar a dudas, en la curiosa ermita de la Lugareja. También conocida como Iglesia de Santa María de Gómez Román, está situada a un kilómetro y medio de Arévalo.
Entre sus tantas características, debemos tener en cuenta que esta Ermita de la Lugareja es uno de los monumentos de arte mudéjar más destacados de Castilla y León. Hasta tal punto que podemos encontrar una maqueta a escala en el siempre recomendado Parque Temático Mudéjar situado en Olmedo, Valladolid.
En cuanto a la historia de la Ermita de la Lugareja, debemos tener en cuenta que fue construida en el siglo XII. Sobre el edificio como tal, todavía se conserva esa espectacular y destacada cabecera de la iglesia del convento de Santa María de Gómez Román.
La primera mención que existe de esta construcción religiosa nos hace viajar al año 1179. Tiempo después, en 1240, fue abandonado por lo que pasó a estar en manos de la orden del Císter. En cuanto a características y decoración, esta Ermita presenta un ábside con arcos.
Respecto al crucero, justo encima encontramos un imponente cimborrio que está montado en el interior, a base de una cúpula sobre diversas pechinas. Respecto al exterior, vemos arcos de ladrillo en cada una de sus fachadas. Sin duda, uno de los elementos más característicos.
Esta impresionante y curiosa Ermita de la Lugareja forma parte de la diócesis de Ávila. Dada su importancia histórica y cultural, este templo fue declarado Monumento Histórico-Artístico en junio de 1931.
Una de las curiosidades de esta Ermita es que, aunque pertenezca al obispado, los dueños de la finca no permiten el paso a esta construcción. Solamente se puede hacer en una hora concreta en toda la semana. Se trata de los miércoles, de 13:00 a 15:00 horas. ¡Merece mucho la pena!