Rías Altas - Galicia
15 kilómetros de playas y un paraíso para las aves, un antiguo puerto ballenero y otros enclaves históricos además del destino ideal para los amantes del surf, el windsurf, el piragüismo, la vela... Todo eso es la ría de Foz, en Lugo, en las Rías Altas gallegas.
La ría de Foz es un destino de vacaciones veraniegas como pocos porque a este rincón del norte de Galicia no le falta detalle: cuenta con un amplio territorio integrado en la Red Natura ¿por qué? porque estamos en un paraíso para las aves migratorias reconocido incluso a nivel internacional; de especial interés en este sentido es la desembocadura del río Masma porque su estuario es el lugar favorito de muchas aves, y no solo de ellas, se trata además de un río famoso por sus salmones (es uno de los lugares de Galicia más importantes en lo que a la pesca del salmón se refiere).
A ese interés natural se une la belleza de las playas, nada menos que 15 kilómetros de arenales jalonan las costas de la ría de Foz, algunas tranquilas y recogidas, como acostumbran a ser las playas de ría, otras abiertas y perfectas para la práctica de deportes náuticos; he aquí otro de los puntos fuertes de esta ría, los amantes de la vela y del surf, del windsurf, del kite o del piragüísmo se lo pasarán en grande.
Claro que no puedes acercarte a la ría de Foz y perderte su historia ¿sabías que el de Foz es un antiguo puerto ballenero? pues así es y no es el único punto de interés de esta ría, se nos antoja imperdible la Catedral de san Martiño de Mondoñedo ¿por qué? porque es la catedral más antigua de las que se conservan en España, es más, resulta que esta catedral es la primera que se construyó al sur de Europa: data del S.VI y fue transformada entre los siglos X y XII.
¿Más visitas imperdibles? por supuesto tienes que recorrer la costa de esta ría de punta a punta y descubrir toda su belleza bajo la atenta miranda de las gaviotas, pardelas y alcatraces que la sobrevuelan; una de las sorpresas que te llevarás será el Castro de Fazouro, el único castro celta que se conserva en la costa cantábrica de Galicia, su interés es tal que se ha museizado y se está tramitando su declaración de Bien de Interés Cultural.
Por supuesto hablar de visitar Galicia sin mentar el turismo gastronómico es poco menos que un pecado capital, imposible no probar la empanada, puedes decantarte por las clásicas o atreverte a innovar, la de zamburiñas es un escándalo y la de lacón con grelos, como poco, original; estás en la costa y el menú que elijas siempre sabrá a mar y, como estás en Galicia, ¿cómo privarte de un pulpo á feira o, si visitas esta zona en verano, de unas sardinas? atento también a la ternera y, si es día está fresco, el caldo gallego o el lacón con grelos te alegrarán la falta del día de playa.