ÁVILA
También es un rincón ideal para descubrir aunque vivas en otras provincias.
Estamos convencidos que todo amante de la naturaleza en Ávila ha visitado alguna vez la laguna de Gredos. No creemos que exista otra posibilidad, pues se encuentra en un entorno maravilloso que goza de muy buena fama. Pero puede que tú estés empezando ahora a descubrir los espacios naturales que se encuentran cerca de donde vives. O que no seas de Ávila y quieras hacer una excursión más allá de las fronteras de tu provincia. En cualquiera de estos casos, te adelantamos algo: la laguna de Gredos es un lugar fascinante que te encantará.
Como su nombre bien indica, se encuentra en la sierra de Gredos y está en una cubeta de excavación glaciar, en el Circo de Gredos. Son muchas las personas que se animan a descubrirla y la opción preferida de los excursionistas es la de partir desde la Plataforma, una zona de aparcamiento en San Juan de Gredos.
Ese punto exacto es perfecto para adentrarse en el Parque Regional de la Sierra de Gredos y comenzar una travesía de inigualable belleza. El camino exige algo de preparación, pues su dificultad es moderada, pero sin duda es altamente recomendable y está muy bien señalizada.
En cuanto a la ruta en sí, se trata de un camino circular con 14 kilómetros de recorrido. Los excursionistas tardan una media de cinco horas en completarla y su desnivel es de 793 metros. Ya lo decíamos: no es del todo fácil, pero te encantará. Y es que durante el trayecto son muchas las cosas a descubrir.
Podemos hacer mención, por ejemplo, al arroyo de las Pozas. Este se debe cruzar a través de un puente y deja vistas muy bonitas hacia el Puerto de Candeleda. También al mirador de Peña el Rayo, desde donde se obtienen unas vistas increíbles de las moles de granito de la zona. Sin olvidar que en este punto, si se mira hacia abajo, ya se puede apreciar la belleza de la laguna grande de Gredos.
Una vez allí, ya solo te falta bajar hacia la laguna. Puede ser cosa de unos minutos, o puede que quieras contemplarla también al atardecer o al amanecer. Si ese es el caso, debes saber que puedes hacerlo con tranquilidad porque allí mismo hay un refugio en el que puedes hacer reserva para pasar la noche. En caso de que prefieras hacer el camino de vuelta, solo has de seguir el camino de la ruta circular.
Todo esto puede hacerse en cualquier época del año, aunque en primavera, otoño e invierno es muy posible encontrar nieve. Si bien es cierto que esto hace obligatorio tener que llevar crampones y piolet, y que puede incluso dificultar más la ruta, le da un encanto especial. A nosotros nos parece que el invierno, cuando abunda el blanco, es una época perfecta para hacer la caminata.