MODERNISMO
Basta con bajar en la parada de metro de Passeig de Gràcia para descubrir uno de los conjuntos de edificios más importantes de la Ciudad Condal.
Barcelona es una ciudad grande en la que hay infinidad de edificios modernistas. Sin embargo, en un tramo del Passeig de Gràcia, justo al lado de la parada de metro de mismo nombre, entre las calles Aragó y Consell de Cent, se encuentra uno de los conjuntos más importantes. Hablamos de la llamada Manzana de la Discordia, conformada por un total de cinco edificios: la casa Lleó Morera, la Casa Mulleras, la Casa Bonet, la Casa Amatller y la Casa Batlló.
La casa Lleó Morera es un edificio modernista diseñado por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner entre los años 1902 y 1905. Se encuentra en el número 35 del Passeig de Gràcia y fue la ganadora del Concurso anual de edificios artísticos que organizó el Ayuntamiento un año después de su construcción. Su fachada exterior es realmente bella, pero también lo es el interior, en el que trabajaron más de 40 artistas.
La casa Mulleras es uno de los trabajos más importantes del arquitecto Enric Sagnier. También es uno de los edificios modernistas de mayor renombre de la ciudad. Destaca de ella el hecho de que, pese a que tiene planta baja, planta principal y planta superior, su diseño engaña a la vista y hace que el ojo vea dos únicas plantas enormes. En su caso, está en el número 37 de Passeig de Gràcia.
La Casa Bonet de Barcelona es otro de los cinco edificios modernistas que forman parte de la Manzana de la Discordia de la ciudad. Se ubica en el número 39 de Passeig de Gràcia y, al estar al lado de obras tan reconocidas como la Casa Batlló, queda un poco más en segundo plano. No obstante, este edificio diseñado por Jaume Brossa en 1887 y reconstruido por el arquitecto Marcel·lí Coquillat en 1915, merece contemplarlo con detenimiento.
Si la casa Bonet es quizá la menos vistosa de las cinco, Casa Amatller es uno de las más llamativas. Esta obra de Josep Puig i Cadafalch se construyó entre los años 1898 y 1900 y tiene una fachada pintoresca en las que se mezclan cerámica y esgrafiado. Su diseño triangular y escalonado es realmente acertado y teletransporta a quien lo admira a las ciudades del norte de Europa. Su interior es otro mundo, porque esconde una tradición chocolatera sin igual.
Sin duda, la Casa Batlló es el edificio modernista más famoso de entre los cinco que forman la emblemática Manzana de la Discordia de Barcelona. Es obra del célebre arquitecto Antoni Gaudí y, como el resto de diseños de este artista, tiene indiscutiblemente su toque personal. Formas extrañas, colores vivos y, en definitiva, una ornamentación de lo más característica que hacen que este edificio sea digno de admiración.