VALENCIA
Viajamos a Valencia para conocer la historia que se esconde tras el impresionante Palacio del Marqués de Dos Aguas.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Valencia, una de las ciudades con más encanto de nuestro país. Recorrer su centro histórico es una auténtica delicia, sobre todo porque encontramos un gran número de edificaciones verdaderamente sorprendentes. Un claro ejemplo lo encontramos en el Palacio del Marqués de Dos Aguas.
Situado entre las calles Poeta Querol, de la Cultura y de San Andrés, el edificio que actualmente se puede visitar es el resultado de una impresionante reforma que se llevó a cabo sobre la antigua casa solariega de estilo gótico propiedad de los Rabassa de Porallós, a quienes Carlos II otorgó el título de marquesado de Dos Aguas en 1699. Si por algo destaca es por su característico estilo rococó. ¡Es espectacular!
Cuenta con una planta cuadrangular algo irregular, con un patio y con torres en los lados. En cuanto a su fachada, ésta tiene dos alturas. Es en un lateral donde encontramos la puerta principal realizada por Ignacio Vergara siguiendo el diseño creado por Hipólito Rovira.
Esta puerta principal es sencillamente espectacular, ya que está presidida por la preciosa imagen de la Virgen María. Precisamente desde ella descienden nada más y nada menos que dos caudales de agua con dos atlantes a los lados, con el que se hace una clarísima referencia al nombre del Marquesado.
En la época en la que se construyó la fachada, estaba perfectamente decorada con un gran número de frescos de Rovira. A pesar de todo, el año 1867 fue clave en este sentido, puesto que José Ferrer se encargó de llevar a cabo una importante remodelación en este Palacio del Marqués de Dos Aguas.
De esta forma, desaparecieron todas pinturas. Entre otras cuestiones, porque las condiciones meteorológicas provocaron que estuvieran en mal estado, sobre todo por cuestiones de humedad. En el interior de este Palacio todavía podemos encontrar aquellas imponentes carrozas que tanto destacaban en el siglo XVIII.
Pero no solamente eso, sino también sus espectaculares salones, que todavía siguen decorados como antiguamente. Algo que se restauró recientemente. Por si fuera poco, debemos tener en cuenta que en la segunda planta de este Palacio nos encontramos con nada más y nada menos que el Museo Nacional de Cerámica González Martí. Por lo tanto, si estás pensando en viajar hasta Valencia, ¡no te lo pienses más! Déjate llevar por la historia de este Palacio del Marqués de Dos Aguas que, desde luego, no te dejará indiferente.