ANDALUCÍA
Si hay algo que destaca del Palacio de Villardompardo son sus Baños Árabes. Descubre su historia y por qué merece la pena visitarlos.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo hasta la ciudad andaluza de Jaén. Allí encontramos un gran número de construcciones, monumentos y rincones que no dejan absolutamente indiferente a nadie. ¡Y no es para menos! Un claro ejemplo lo encontramos, precisamente, en el Palacio de los Condes de Villardompardo.
Para comenzar, debemos tener en cuenta que este edificio se construyó en el siglo XVI siguiendo las órdenes de Fernando Torres y Portugal. Su estilo es meramente renacentista y en la actualidad forma parte nada más y nada menos del Centro Cultural Palacio de Villardompardo. ¡Descubramos más detalles!
El Palacio de Villardompardo, a través de su historia
Es importante tener en cuenta, más allá de su origen, que en la segunda mitad del siglo XVIII, esta construcción fue adquirida por la Junta del Real Hospicio. Por lo tanto, se decidió instalar en ese mismo lugar nada más y nada menos que el Hospicio de Mujeres que fue ampliado durante los años 1901 y 1903.
Para ello, se procedió a demoler diversas casas que había en la zona. Además, se construyó una capilla bajo la advocación de La Visitación. Como consecuencia del traslado de este Hospicio, en el año 1970 comenzaron las obras para proceder a la restauración de los espectaculares Baños Árabes que están ubicados en el sótano de este Palacio.
Para comenzar, debemos destacar esa imponente puerta principal que data de la primera mitad del siglo XIX y con la que se tuvo que sustituir la anterior. Precisamente sobre ella, encontramos un pequeño texto y, a los lados, dos escudos: el del Obispo Fray Benito Marín (a la derecha) y el escudo de Castilla (a la izquierda). Respecto a la Iglesia de la Visitación, en la propia fachada encontramos una Cruz, así como el año de la consagración (1903).
Pero si hay algo a destacar de este Palacio de Villardompardo de Jaén es, precisamente, su interior. No solamente llama la atención por estar construido con imponentes muros desde donde salen grandes ventanas, sino que la auténtica “joya de la corona” de esta construcción la encontramos en el sótano.
Estamos hablando de los Baños Árabes, sobre todo esa Sala Templada que no deja absolutamente indiferente a nadie. Sin duda, estamos ante una visita más que obligada si decides pasar unos días en Jaén puesto que se trata de una construcción realmente especial a nivel histórico, cultural y arquitectónico.