Un viaje prehistórico
Una cueva de cuevas que reproduce de manera natural las cuevas de Candamo, Tito Bustillo y Niaux.
El Parque de la Prehistoria está situado en la localidad asturiana de San Salvador de Alesga en el concejo de Teverga. En este parque se representan las cuevas más famosas del arte rupestre del Arco Atlántico como las de Tito Bustillo, Candamo y Niaux. Es un proyecto original e inédito en Europa y tiene como objetivo dar a conocer el arte del Paleolítico Superior en Europa.
El Parque se compone de tres edificios, diseñados por el arquitecto Dani Freixes, que están plenamente integrados en el entorno. Solo la recepción queda a la vista porque la Galería y la Cueva de Cuevas se encuentran bajo tierra.
En la Galería se hace un repaso a la historia del hombre primitivo: su forma de vida, su arte, sus herramientas y la caza. En todo el recorrido nos explicaran las diferentes pinturas y las técnicas de color utilizadas en las cavernas y los motivos que dibujaban los hombres del Paleolítico: bisontes, caballos, peces… Además podremos contemplar reproducciones de distintos utensilios utilizados en la Prehistoria. Es en la Galería donde están situadas las reproducciones de las cuevas antes señaladas y destaca un fragmento del Gran Techo de la Cueva de Altamira, en la que están pintados los famosos bisontes que todos conocemos.
Tras salir de la Galería hay que dirigirse al siguiente edificio: La Cueva de Cuevas, es una cueva natural donde están las reproducciones de las cuevas de Tito Bustillo, Candamo y Niaux.
Necesitaremos media hora para recorrer las reproducciones de las tres salas. Se comienza por la Galería de los Caballos de Tito Bustillo: contemplaremos las pinturas de escenas con caballos, renos y bisontes. Pasaremos en unos metros a recorrer cientos de kilómetros, y nos trasladamos a la cueva de Niaux, en Francia, para contemplar su Salón Negro en la que se ven dibujos figurativos; el más destacado es el de una cabra perfectamente definida. Y desde aquí, volveremos a Asturias, a la reproducción del Camarín de la Cueva de Candamo, donde también hay pinturas rupestres. Todo el recorrido se hace en una cueva subterránea en la que se han reproducido todas las condiciones de luz, temperatura y humedad que vivían los hombres del Paleolítico.
Alrededor de los edificios hay una gran extensión de terreno en la que coexisten animales en libertad que en muchos casos son especies en peligro de extinción y descendientes de los prehistóricos que vivían en la zona. Hay caballos Przewalski, bisontes europeos y Uros de Heck. Desde febrero de este año el Parque también cuenta con caballos tarpanes: se extinguieron en el siglo XIX, pero la especie que se puede contemplar es un cruce de los tarpanes forestales con caballos domésticos Konic.
En el Parque de la Prehistoria también se realizan talleres para niños en los que se puede aprender a realizar los pigmentos de las pinturas, a pintar las figuras de los animales e incluso a preparar fuego entrechocando piedras, como unos auténticos habitantes del Paleolítico. Una visita imprescindible para conocer nuestra historia, la forma de vida y el arte de la Prehistoria.
Más información y fotos: Parque de la Prehistoria de Teverga