LEÓN
Ponemos rumbo a la provincia de León para conocer la historia que esconde la sorprendente y enigmática Torre de Ordás.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo hasta la zona noroccidental leonesa, concretamente hasta la zona de los Cuatro Valles. En ese mismo punto encontramos un gran número de localidades, que conforman la zona de Ordás. El origen de este lugar es muy antiguo ya que, antes de la existencia de los pueblos, estos habitantes vivían en pequeños núcleos situados entre los montes.
Una vida que era prácticamente imposible, puesto que faltaba la comida y el agua. Es por eso que muchos de esos habitantes, con el paso del tiempo, pusieron rumbo a zonas más próximas a la orilla de los ríos. En esos puntos tan concretos, existen un número de árboles y zonas perfectas para la agricultura. Por lo tanto, se fueron formando diversos pueblos que aún podemos descubrir y visitar.
En esta zona, hay un monumento histórico que, desde luego, no deja absolutamente indiferente a nadie. Estamos hablando, cómo no, de la conocida como Torre de Ordás. Se erigió a orillas del río Luna, en un sitio absolutamente privilegiado como es un cerro desde el que se divisa Santa María de Ordás, situado en la provincia de León.
La Torre de Ordás, a través de su historia
Para conocer su origen, debemos tener en cuenta que esta Torre fue construida en el siglo XIV tras la orden de don Pedro Suárez de Quiñones, conocido por ser el adelantado mayor del Reino de León. Esta Torre se construyó sobre los restos de una fortaleza anterior de la que se desconoce su origen.
Sea como sea, lo cierto es que estaba en un punto completamente estratégico, como es la confluencia de dos grandes ríos, como son el Omaña y el Luna. Dadas las circunstancias, al ser el tipo de construcción que era, existen un gran número de leyendas, y la gran mayoría de ellas son trágicas.
Una de las más conocidas, y que ha sido transmitida de generación en generación, asegura que en esa misma Torre murió don Ares de Omaña a manos de don Pedro Suárez de Quiñones, su tío. A pesar de que es una de las leyendas más conocidas, lo cierto es que no hay certeza de que eso sucediera.
En cuanto a características, esta construcción consta de 20 metros de altura. Aunque no tenga almenas, sí que se sabe que tenía aproximadamente cinco plantas. Cuenta con una chimenea común a todas las plantas, así como una bajante también común para las letrinas situadas en la planta primera y cuarta. Los materiales utilizados para su construcción son el mortero y la mampostería, sillería de arco, piedra sillería en la saeteras y, además, columnillas en vanos de ventanas. En la actualidad, es propiedad del Ayuntamiento de Santa María de Ordás y, aunque está parcialmente en ruinas, sí que se ha visto sometida a un importante proceso de restauración.