Auténticos paraísos
África es un destino tan mágico, misterioso y aún indescriptible. El continente negro nos proporciona cinco destinos que ningún viajero puede perderse y a los que Ethiopian Airlines vuelta desde España, vía Addis Abeba.
El Parque Nacional de las Montañas de Simien
Es el destino líder en turismo activo en el país etíope y no es de extrañar. Con 412 km2, el Parque Nacional de las Montañas de Simien protege el “techo de África”, con un impresionante panorama afro-alpino que, en Ras Dejen, llega a los 4533 metros. En 1979 se convirtió en Patrimonio de la Humanidad y la Unesco dijo que era uno de los espectáculos más impresionantes del globo, “con escarpadas cimas, valles profundos y afilados precipicios de 1500 metros de caída”. Este tremendo paisaje se ve mejor a pie, pero también puede atravesarse en 4x4 por una carretera habilitada para ello. Muchas especies endémicas de Etiopía habitan en él, y es hogar de la “capra walie”, la espectacular cabra montesa etíope.
La Gran Migración en Kenia
El evento más espectacular del mundo. Así se define la Gran Migración, la marcha de más de dos millones de ñus, cebras y antílopes que tiene lugar entre las llanuras del Masai Mara en Kenia y el Serengueti en Tanzania. Con la llegada del verano, el Serengueti se vuelve inhóspito para estos animales y se ven obligados a migrar hacia el norte, siguiendo la lluvia y los pastos frescos hasta el río Mara, frontera con Kenia. Es un largo camino en el que cada día se baten entre la vida y la muerte frente a depredadores y obstáculos naturales con el único objetivo de sobrevivir. Lo llevan haciendo desde tiempos inmemoriales. La fecha exacta de la migración depende del clima y las precipitaciones, pero una buena época para observarla suele ser entre julio y septiembre.
La ascensión al Kilimanjaro
Se le conoce familiarmente como Kili, y se eleva 5895 metros sobre las llanuras de África. Es la montaña más alta del continente pero su pico, contrariamente a lo que ocurre en otros casos, es accesible para gente moderadamente en forma, cosa que atrae a muchos viajeros a lo largo del año. La montaña es el hogar de una increíble variedad de ecosistemas: su cumbre ártica se sienta sobre las laderas del desierto alpino, los brezales escarpados, la selva e incluso zonas agrícolas cultivadas. Desde su cima, Uhuru, el paisaje es impresionante, pero los alrededores de su base también son hogar de algunos de los principales parques y reservas de fauna de África.
La Ciudad de Piedra de Zanzíbar
Situada en un promontorio que sobresale del lado occidental de la isla de Unguja en el Océano Índico, la Ciudad de Piedra de Zanzíbar es un ejemplo sobresaliente de lo que es una ciudad comercial suajili, desarrollada en la costa de África Oriental, ampliada bajo influencias árabes, indias y europeas, pero conservando sus elementos indígenas y formando una unidad cultural urbana única en esta región. La Ciudad de Piedra contiene muchos edificios ejecutados principalmente en piedras coralinas y manglares que reflejan una fusión compleja en la construcción de tradiciones y urbanismo. Las grandes construcciones datan de los siglos XVIII y XIX e incluyen monumentos como el antiguo fuerte; la casa de la maravilla, un gran palacio ceremonial construido por el sultán Barghash; la Catedral Católica Romana de San José; la mezquita de Malindi Bamnara o el Hamamni y otros baños persas, entre otros. Forman un asentamiento urbano excepcional que refleja la larga actividad comercial entre los litorales africanos y asiáticos.
La Avenida de los Baobabs de Madagascar
Una de las mejores cosas que ofrece Madagascar es su paisaje natural, que se mantiene intacto y que da a los visitantes la oportunidad de ver su entorno natural. Uno de los mejores ejemplos es esta carretera, única en su especie, entre Morondava y Belon'i Tsiribihina, donde 25 baobabs, que pueden alcanzar los 30 metros de alto y los ocho siglos de antigüedad, flanquean 260 metros del camino. Este tipo de árbol se conoce localmente como “renala”, que en malgache quiere decir “madre del bosque”, y estos ejemplares son los únicos que se mantienen en pie de lo que era un denso bosque tropical que fue deforestado poco a poco para usos agrícolas, destino del que se libraron los baobabs, siempre protegidos por los locales. La carretera es una de las localizaciones más visitadas de la región y también es el centro neurálgico de sus esfuerzos de conservación de la zona, que esperan que, gracias a su protección, se convierta en el primer monumento natural del país.
Seguro que te interesa