Naturaleza y arquitectura
El Santuario de las Lajas, al sur de Colombia y a tan solo unos 10 kilómetros de la frontera con Ecuador, es un lugar de peregrinación para los creyentes, también una visita obligada para los amantes de las fotografías espectaculares y, por supuesto, de la naturaleza, la historia, las leyendas y la arquitectura ¿por qué? te lo contamos.
Las razones fotográficas, naturales y arquitectónicas para visitar este santuario saltan a la vista: está ubicado en un cañón y se apoya en un puente dando la sensación de estar colgado de la ladera ¿un milagro? no tanto pero su estampa es espectacular; donde sí está el milagro es en el origen de este santuario y su historia como lugar de peregrinación: cuentan que hace más de dos siglos a una niña indígena se le apareció la virgen en este lugar y que la pequeña, que descubrió la imagen de la virgen sobre las lajas del cañón, advirtió de su aparición a su madre y lo hizo de viva voz a pesar de que era, había sido hasta entonces, una niña sordomuda.
Tras aquel suceso se construyó una pequeña capilla de madera que ha ido ampliándose desde entonces hasta ser hoy el espectacular santuario que podemos visitar (la entrada es gratuita); está en el cañón del río Guataira, en el municipio de Ipales y es uno de los lugares más espectaculares del mundo porque en él confluyen la belleza natural del cañón de un río con una construcción realmente llamativa, el satuario en sí, que sorprende y enamora tanto por el estilo neogótico de su artquitectura (estilizado y elegante) como por la luz de sus piedras (son lajas, piedra gris y blanca de la zona).
De estilo neogótico, decíamos... y decimos bien porque no se trata de un santuario tan antiguo como las catedrales góticas que conocemos sino de una construcción de principios del siglo pasado (apenas alcanza pues los 100 años) levantado, eso sí, imitando la elegancia de los viejos templos góticos; el santuario aparece como colgado de un lado del cañón y a modo de plaza que da acceso a su interior cuenta con un puente de 20 metros de largo y 50 de alto sobre el río, que hace además las veces de pilar del santuario y lo une al otro lado del cañón.
El espacio interior del santuario se organiza en tres naves con bóvedas de crucería y se completa con bellas vidrieras como sucedía en los templos góticos, además el muro del fondo del suantuario es la piedra del propio cañón sobre el que se sostiene. Cuenta también con una cripa que, junto a los arcos del puente, es lo que realmente ejerce como cimientos del santuario y lo mantiene en pie.
Aunque lo que más te llamará la atención de este santuario es su estampa coronando el cañón del río Guaitara, no escaparán a tu atención las numerosas placas que luce en sus muros, se trata de placas de agradecimiento por los favores concedidos por la virgen, cuentan además que los objetos ortopédicos que allí verás fueron llevados por sus dueños y dejados allí como muestra del milagro de la virgen sobre sus dolencias.