UN DESTINO REAL
Recopilamos los mejores destinos que tienes que ver en Aranjuez: el Palacio Real, el Jardín del Príncipe o la Casa del Labrador. Descubre cómo llegar y prepara la ruta perfecta para hacer turismo en un destino Patrimonio de la Humanidad.
Aranjuez es uno de los lugares con más encanto de la Comunidad de Madrid. Es un destino ligado a la Corona de España, perfecto para los verdaderos amantes de la historia.
Durante siglos, los reyes españoles pasaron los meses de primavera en su espectacular Palacio Real por la ubicación fresca y las posibilidades que ofrece el río.
Fue declarado Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en diciembre de 2001. Tienes gran variedad de rutas e itinerarios para descubrir, pero recopilamos los lugares imprescindibles que son “visita obligada” en Aranjuez.
El Palacio Real de Aranjuez
Esta impresionante construcción fue elegida por los Borbones para establecer su residencia de primavera. Visitarlo es como trasladarte a otra época.
La ornamentación del edificio fue realizada en ladrillo visto de color rojo, que contrasta con la blanca piedra procedente de Colmenar de Oreja que se empleó en sus zócalos, ángulos, cornisas, balcones, y marcos de ventanas y puertas.
Si la fachada exterior es imponente, el interior es todavía más espectacular. Sus paredes guardan auténticos tesoros y están decoradas con toda clase de lujos, como marquetería, ricos tejidos o la exótica Sala de porcelana.
Aprovecha para recorrer el salón del trono, el tocador de la reina y los dormitorios reales, antecámaras, despachos, gabinetes… Y hasta los trajes de boda de la reina doña Sofía, la reina Letizia, y las infantas Elena y Cristina. ¡Un paseo por la historia de España!
Puedes visitar el Palacio Real de Aranjuez de martes a domingo, con los siguientes precios de entrada: tarifa básica 9€ y la tarifa reducida 4€. También existen entradas gratuitas para menores de 5 años, personas desempleadas y días señalados. Consulta más detalles de los horarios y entradas aquí.
Iglesia San Antonio de Padua y los pórticos
Esta bonita iglesia fue concebida como capilla real y tiene su origen en un oratorio de Felipe IV. Su construcción comenzó en 1752 de la mano del arquitecto italiano Santiago Bonavía.
El templo dedicado a San Antonio de Padua guarda la misma estética que el Palacio Real. Junto a esta construcción encontramos la Plaza conocida como "de la Mariblanca".
La iglesia se conecta con la Casa de los Infantes y la Casa de Caballeros y Oficios a través de unas galerías de pórticos con un gran atractivo arquitectónico.
El Jardín del Príncipe
Se trata del jardín privado más grande de Europa, una pieza única entre los jardines españoles, y uno de los principales atractivos para los turistas, que caen rendidos ante la maravillosa variedad de especies vegetales y fauna.
Una de las joyas del Jardín del Príncipe es la Casa del Labrador, un conjunto arquitectónico que se fue transformando hasta convertirse en un extraordinario palacete neoclásico, cumpliendo con el exquisito gusto de Carlos IV.
Entre otros elementos que enriquecen estos jardines, destacan por su belleza el pabellón real, el pabellón chinesco, la fuente de Narciso o el embarcadero.
El acceso es gratuito, pero todos los lunes permanece cerrado. Consulta aquí el horario del increíble Jardín del Príncipe.
La Casa del Labrador
En el Jardín del Príncipe encontramos la Casa del Labrador, que cuenta con uno de los conjuntos neoclásicos más importantes de Europa.
Se trata de un imponente palacete diseñado por Juan de Villanueva que guarda en su interior las ornamentaciones más bellas de la época: bóvedas al temple, colgaduras de seda valenciana, lienzos, relojes, bronces, mármoles y soleras de porcelana.
No te pierdas sus estancias de influencia francesa, entre las que destacan el salón de baile, el salón de la reina María Luisa, el gabinete de Platino y la sala de Bordados.
Para visitar este palacete existe una entrada con tarifa única de 5€. Puedes consultar el horario de verano e invierno aquí.
El Museo de Falúas Reales
¿Conoces la versión española de las góndolas de Venecia? En su retiro de primavera, los reyes de España eran verdaderos amantes de los paseos por el río Tajo y las fiestas fluviales en sus lujosas naves denominadas “falúas”.
Dentro del jardín del Príncipe, a la orilla del embarcadero, encontramos el Museo de Falúas, que alberga las espléndidas naves reales de distintos reyes a lo largo de la historia y son todo un espectáculo para la vista.
Esta exposición se completa con pinturas, un juego de cañones de bronce, útiles de navegación y testimonios de flora y fauna que existió en los primeros tiempos del jardín del Príncipe.
El precio de las entradas es de 9€ la tarifa básica y 4€ la reducida. Puedes visitar gratis el Museo de Falúas Reales los miércoles y domingos, a partir de las 15:00h. Los lunes está cerrado a las visitas.
Prueba su gastronomía
En los populares restaurantes de la ciudad se preparan los magníficos productos de la vega. La gastronomía tradicional de Aranjuez hizo en su día las delicias de la realeza y la nobleza, hoy en día tradicional o renovada sigue deleitando a lugareños y visitantes en los numerosos restaurantes repartidos por toda la ciudad.
Si lo tuyo es ir de picnic, te recomendamos los merenderos que hay a orillas del río Tajo, popularmente conocidos como "gangos".
Cómo llegar a Aranjuez
Lo más cómodo, si no quieres buscar aparcamiento, es llegar a Aranjuez con los trenes de cercanías en la línea C3. El trayecto dura menos de una hora desde las estaciones céntricas como Chamartín, Sol o Atocha.
Otra opción es coger un autobús. Desde Méndez Álvaro salen autobuses con una frecuencia de media hora aproximadamente.
Si viajas en coche, tan solo tienes que tomar la autopista A-4 y desviarte en la salida 37 hacia Aranjuez. Si te preocupa el aparcamiento, puedes contar con parkings públicos.
También puedes vivir una experiencia cultural y de ocio única en el Tren de la Fresa. Ofrece a sus visitantes, los fines de semana de primavera y otoño, un viaje en el tiempo y el espacio. Un tren formado por coches con un siglo de historia con un recorrido de apenas 50 kilómetros, que comienza en la histórica estación de Delicias, en el Museo del Ferrocarril de Madrid.