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Según una investigación

Cuando nos trata una médica en vez de un médico, existe un menor riesgo de mortalidad y de reingresos

Así lo asegura una investigación realizada en EEUU con una muestra de 700.000 pacientes de más de 65 años; además se observó que los efectos eran aún mayores cuando las pacientes mujeres eran tratadas por médicas.

Un estudio realizado en Estados Unidos con más de 700.000 pacientes de más de 65 años, ha observado que los pacientes tratados por médicas tienen tasas más bajas de mortalidad y de reingreso hospitalario respecto a aquellos tratados por médicos. Este trabajo publicado en la revista 'Annals of Internal Medicine' encontró además, que los efectos eran aún mayores cuando las pacientes mujeres eran tratadas por médicas.

Según apuntan los resultados de este trabajo, realizado por científicos de varias universidad norteamericanas y liderados por la profesora Atsushi Miyawaki, del Departamento de Investigación en Servicios de Salud de la Universidad de Tokyo Japón (AM), tanto los pacientes masculinos como femeninos tuvieron una menor mortalidad cuando fueron tratados por médicas; sin embargo, el beneficio de recibir atención de médicas fue mayor para las pacientes que para los hombres.

Por su lado, según muestran los resultados de este trabajo, es que para las pacientes mujeres, la diferencia entre médicos hombres y mujeres fue grande y clínicamente significativa (tasas de mortalidad ajustadas, 8,15 % frente a 8,38 %); mientras que por otro lado, la diferencia para los pacientes masculinos fue menor: las médicas todavía tenían la ventaja con una tasa de mortalidad del 10,15% en comparación con la tasa del 10,23% de los médicos masculinos. Los investigadores encontraron el mismo patrón en las tasas de reingreso hospitalarios.

"Los resultados de los pacientes no deberían diferir entre médicos hombres y mujeres si practican la medicina de la misma manera", reflexiona Yusuke Tsugawa, profesor asociado y residente de medicina en la división de investigación de medicina interna general y servicios de salud de la Facultad de Medicina David Geffen en UCLA.

Por lo que, añade el científico, "lo que nuestros hallazgos indican es que los médicos hombres y mujeres practican la medicina de manera diferente, y estas diferencias tienen un impacto significativo en los resultados de salud de los pacientes. Una mayor investigación sobre los mecanismos subyacentes que vinculan el género de los médicos con los resultados de los pacientes, y por qué el beneficio de recibir el tratamiento de médicas es mayor para las pacientes, tiene el potencial de mejorar los resultados de los pacientes en todos los ámbitos".

"Los médicos varones podrían subestimar la gravedad"

Los investigadores escriben que puede haber varios factores que impulsen estas diferencias. Sugieren que "los médicos varones podrían subestimar la gravedad de la enfermedad de sus pacientes". Investigaciones anteriores han observado que los médicos subestiman los niveles de dolor, los síntomas gastrointestinales y cardiovasculares y el riesgo de accidente cerebrovascular de sus pacientes, lo que podría provocar un retraso o una atención incompleta.

Además, las doctoras pueden comunicarse mejor con sus pacientes, lo que hace más probable que estas pacientes proporcionen información importante que conduzca a mejores diagnósticos y tratamientos. Finalmente, las pacientes pueden sentirse más cómodas al recibir exámenes sensibles y entablar conversaciones detalladas con médicas. Se necesita aún mucha más investigación al respecto.

Pese a todo, y tal como comenta y valora a SMC España, Carme Valls Llobet, Doctora en Medicina especializada en endocrinología y medicina con perspectiva de género, directora del programa 'Mujer, Salud y Calidad de Vida' en el Centro de Análisis y Programas Sanitarios (CAPS), "las valoraciones reafirman la tesis inicial, que ya se conocía, sobre una praxis diferencial según el sexo".

"La evidencia científica ya señalaba diferencias en los resultados del ejercicio médico según el sexo del profesional, pero hasta la fecha no se habían correlacionado con una disminución de la mortalidad hospitalaria y una disminución de la tasa de readmisión si [los pacientes] eran tratados por una médica", sostiene Valls.

No obstante, es importante tomar con cautela los datos ya que el estudio se ha realizado en pacientes mayores de 65 años, "por lo que no se puede saber con toda seguridad si la diferencia de trato de las y los pacientes según sexo ocurre entre personas más jóvenes", aclara la doctora Valls.

Igualmente, y tal como declara también a este medio, Gavin Stewart, profesor titular de Síntesis de Pruebas de la Universidad de Newcastle, este estudio al ser un estudio observacional retrospectivo es una "limitación" importante de este trabajo y "es evidente que puede haber confusión". Añade el doctor que "la falta de registro previo también es motivo de preocupación, ya que plantea la posibilidad de que se produzcan pirateos no detectados o de que se introduzcan sesgos. Las conclusiones deben tratarse con cautela a menos que se corroboren con estudios adicionales".

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