El belga se toma la revancha tras perder el triunfo en 2017
Le tocó remontar al hombre de Hyundai Motorsport, recortando 6,4 segundos a Elfyn Evans en apenas cuatro tramos para alzarse con su 13ª victoria en el WRC.
Apasionante final del Rally Montecarlo 2020. Los competidores afrontaban los últimos 63,54 kilómetros con los tres primeros clasificados separados por apenas 6,4 segundos. Thierry Neuville y Nicolas Gilsoul habían sido los más rápidos del sábado, sin embargo, los Toyota mantenían a dos coches al frente de la general, teniendo además de su parte al siete veces ganador de la prueba, Sébastien Ogier. Con apenas cuatro tramos por delante y el paso por el Col de Braus y el Turini, había espacio para la heroica.
No faltaría en esta ocasión a su cita Thierry Neuville. El belga tuvo que lamentar en 2017 el haber dejado escapar una victoria en Monte-Carlo que prácticamente tenía asegurada al llegar líder a la tarde del sábado hasta que dañó la suspensión al salir demasiado ancho en una curva. No se volvería a repetir. Ganar a los franceses en su casa era muy importante, tanto para el subcampeón del WRC en 2019 como para su marca, por lo que cuando Thierry iniciaba el primer tramo de la mañana del domingo completamente volcado al ataque a nadie le pudo sorprender.
Como un martillo pilón, Thierry encadenaba tres scratchs consecutivos hasta situarse líder con más de 11 segundos de renta sobre Elfyn Evans y más de 12 sobre el tercero, Sébastien Ogier. Entonces solo quedaba un tramo para el final y la sorpresa parecía que solo podría llegar en forma de problema mecánico o de garrafal error por parte de Neuville. No habría lugar para ello, con el piloto de Hyundai certificando su primer triunfo en una de las grandes mecas del Mundial de Rallies y llevándose de paso los cinco puntos extra que otorgan la Power Stage después de empatar a tiempo con Ogier en esa última especial, la segunda pasada por el Col de Braus.
Treinta puntos para comenzar el año del asalto al título, sabiendo que además es el piloto que más conoce su montura entre los tres que han luchado por el campeonato durante los últimos años, cuatro si sumamos a un entonadísimo Elfyn Evans. A pesar del rendimiento del galés, finalmente sería Ogier el que se quedaba con la segunda posición y los cuatro puntos extra de la Power Stage, mientras que Evans debería conformarse con la tercera plaza del podio y dos puntos al haber terminado justo entre los dos hombres de M-Sport, tercer y quinto mejor tiempo en el último recorrido cronometrado.
Precisamente los pupilos de Malcolm Wilson conseguirían rescatar un gran resultado este fin de semana después del desastroso espectáculo dado en la etapa del jueves, cuando tres de las unidades del Ford Fiesta WRC presentes sufrían problemas de sobrecalentamiento después de que las hojas taponaran la entrada de aire del propulsor. Cuarta plaza en el estreno de Esapekka Lappi con la formación británica, después de un toque en lo alto del Turini y aprovechándose de que Sébastien Loeb se quedara enganchado en una curva de derechas con hielo en la que además dañaría una de las llantas.
El alsaciano, que había ocupado ese cuarto lugar desde el viernes, tuvo finalmente que renunciar incluso a la quinta posición al tener que asegurarse que vería la meta para darle los puntos necesarios a Hyundai para salir de Montecarlo líder de constructores (Ott Tänak no se pudo reenganchar tras su accidente del viernes). Problemas de frenos y el no contar con asistencia ni zona de cambio de neumáticos entre los dos bucles llevarían a Loeb a reducir la velocidad y ser superado en los dos últimos tramos por Kalle Rovanperä. El finés cerraba su debut en la máxima categoría con la quinta posición, mientras que el otro protegido de Toyota, Takamoto Katsuta, sería séptimo después de mejorar su ritmo durante esta última etapa. El vencedor de WRC3, Eric Camilli, y el de WRC2, Mads Ostberg, completarían las 10 primeras posiciones.