14 VICTORIAS EN UNA TEMPORADA
El neerlandés hizo durar sus neumáticos más que nadie y consiguió mantener la pole position por delante de Lewis Hamilton
Salida muy limpia para lo que estamos acostumbrados del Autódromo Hermanos Rodríguez, trazado protagonista del Gran Premio de México y que nos dejaba bonitas batallas desde el inicio como las que libraban los dos Mercedes con neumáticos de compuesto medio frente a Checo Pérez con blando, o la defensa de posición de Carlos Sainz respecto a Charles Leclerc.
Para entonces, las vueltas de salida a parrilla ya habían revelado que iba a ser una jornada muy larga para muchos, con Lando Norris alertando de posibles problemas en sus frenos (mal que ya afectó a McLaren al inicio de la temporada) o un posible fallo en la caja de cambios de u Kevin Magnussen que partía último después de penalizar por cambio de componentes.
Curiosamente el danés compartía esa última línea de parrilla con un Lance Stroll que volvía a hacer una salida meteórica, situando su Aston Martin a espaldas del de su compañero, Sebastian Vettel. El canadiense comenzaría a sufrir muy pronto con los neumáticos echándose encima un Pierre Gasly que intentaría un adelantamiento a la desesperada que terminaría con una sanción de 5 segundos al francés, el cual se acerca peligrosamente a los 12 puntos que le podrían dejar si competir en un Gran Premio.
Instalados en una gran estabilidad en la carrera, lo más destacable parecía ser esa lucha entre los dos primeros clasificados, con Max Verstappen y Lewis Hamilton tanteándose a dos segundos de diferencia, mientras que Ferrari hacía aguas, con Carlos Sainz dejándose más de 10 segundos cuando apenas había veinte vueltas en el contador, mientras que Leclerc comenzaba a hablar con el muro para conocer qué posibles estrategias había sobre la mesa, sabiendo que Fernando Alonso se empezaba a acercar.
Había muchas cosas en juego en esa lucha por la victoria, como el récord de Max Verstappen de más triunfos en una temporada, que Ferrari pudiera poner fin a la sequía (desde el Gran Premio de Austria no ganan), que Checo Pérez pusiera a un país patas arriba ganando en Ciudad de México o que finalmente Mercedes pudiera anotarse un logro en esta nueva normativa.
Carrera muy estratégica en la que el desenlace en la lucha por la victoria vendría dictaminado precisamente por el coche que mejor tratara el neumático medio y consiguiera además mantener la velocidad óptima para cada momento de la carrera. Si los Mercedes salían con medios, se esperaba que alargaran mucho su primer stint y pasaran a los blandos directamente, sin embargo, los estrategas de la escudería de la estrella optaron por un neumático duro del que había muy pocos datos ya que, tras hacer las pruebas de Pirelli en la FP2, no quedó tiempo para poder hacer las simulaciones con dicho compuesto.
Era una moneda al aire que finalmente caería en favor de Max Verstappen, capaz de hacer una vez más de hacer durar muchos giros el neumático blando y además mantener competitivo el medio. Pérez achuchaba al heptacampeón, aunque nunca sin bajar de ese colchón de seguridad de un segundo que permitiría al mexicano abrir el DRS. El caso de los Ferrari era mucho más sangrante, con más de medio minuto de diferencia respecto a los Mercedes, prácticamente en tierra de nadie. Tampoco eran buenas noticias para Fernando Alonso, que cuando quedaba una docena de vueltas para ver la bandera ajedrezada empezaría a sufrir con su unidad de potencia, cediendo hasta un segundo completo en el primer sector.
También llegaría en esta fase de la carrera el primer abandono de la prueba… y la segunda sanción, en este caso después de que Daniel Ricciardo intentara un arriesgado adelantamiento a Yuki Tsunoda que terminaría con el japonés con un agujero en el pontón derecho de su AlphaTauri, mientras que para el australiano serían 10 segundos de penalización. Precisamente el de McLaren sería uno de los animadores en las vueltas finales con un McLaren que volaba con el neumático blando y que haría de los Alpine de Esteban Ocon y de Fernando Alonso presas fáciles para encaminar su sprint final para abrir la diferencia sobre ellos para así no perder plazas. Sí que se iba a dejar y muchas, Fernando Alonso, que caería de la séptima hasta verse fuera de carrera con la rotura de motor en la vuelta 65, a seis del final, después de dejar el mensaje por radio de “Increíble, vaya temporada”. Aclamado por el público, el asturiano sólo pudo agradecer el cariño saludando y tocándose el pecho en señal de respeto.
El neumático de Verstappen nunca cayó, pero sí lo haría su 14ª victoria de la temporada (la 34ª de su carrera deportiva) hará esperar aún más a Mercedes, mientras que Lewis Hamilton terminó segundo con Checo Pérez tercero, haciendo reeditar el resultado de la última edición. Cuarto Russell, que paraba para poner el blando y llevarse la vuelta rápida, mientras que los Ferrari serían quinto y sexto, con Daniel Ricciardo séptimo seguido de Esteban Ocon, Lando Norris y Valtteri Bottas. Pérez se vuelve a poner segundo por delante de Leclerc, mientras que Mercedes está a 40 puntos de Ferrari en constructores a falta de dos Grandes Premios para el final.