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La caída de rendimiento del Toyota Celica GT Four y la descalificación final del WRC hicieron que el triunfo del Tour de Corse de 1995 fuera su último éxito

Tour de Corse 1995: El canto del cisne del Toyota Celica

Recordamos el Tour de Corse de 1995, la última prueba del Mundial de Rallies en la que el Toyota Celica logró imponerse a sus rivales

Tour de Corse de 1995WRC

La temporada de 1995 del Campeonato del Mundo de Rallies es famosa entre otras cosas por el doblete de Subaru, la pelea por el título entre Colin McRae y Carlos Sainz y la caída en desgracia de Toyota, sin capacidad de frenar el avance de las marcas rivales y con su famosa y polémica descalificación y posterior suspensión por modificaciones técnicas no permitidas en el turbo del Celica GT-Four ST205. Pero también ese mismo año obtuvo este coche su última victoria en el WRC, en el Tour de Corse.

La edición de 1995 del Tour de Corse era la cuarta prueba de la temporada y a ella se llegaba con dos victorias de un Carlos Sainz que era líder de la general y un sorpresivo triunfo de Kenneth Eriksson en el Rally de Suecia. Por su parte, las victorias del español habían llegado en Monte Carlo y en Portugal. De hecho, la progresión de Subaru con su Impreza era evidente y a pesar de ser Francia un rally que no debía favorecerles, llegaban con la vitola de favoritos.

Aún así, la prueba comenzó con un sorprendente esfuerzo de los Ford Escort RS Cosworth del equipo belga RAS. François Delecour se convertía en el primer líder por delante de Bruno Thiry y Didier Auriol, en el primer Toyota. Carlos Sainz era quinto a diez segundos del mejor registro, justo por detrás de su compañero, el siempre exuberante Colin McRae. En cabeza, la reacción de Thiry llegó en forma de tres ‘scratch’ consecutivos, tomando el liderato de la prueba para sorpresa general.

Tour de Corse de 1995 | WRC

El primer día terminó Thiry al frente con seis segundos de ventaja sobre Delecour, mientras Sainz era quinto como el primer Impreza en la clasificación aunque fue superado por la otra sorpresa de la primera jornada: Andrea Aghini en un Mitsubishi Lancer Evo III oficial. El italiano era cuarto por detrás de Auriol, que a su vez estaba a medio minuto de la primera posición. El segundo día comenzó de nuevo con Thiry al frente y Delecour siguiendo el ritmo.

A pesar de ello, Auriol empujó durante todo el día para asegurarse que los Ford no tenían un momento de descanso y ello le permitió acabar el día en la misma tercera posición que ocupaba el día anterior pero a solo dos segundos del segundo clasificado. Todo estaba listo para que el tercero y último día fuera un paseo triunfal para Thiry y su Ford, con toda la atención centrándose en la pelea por el segundo puesto. En cuanto a Sainz, aguantaba un correcto cuarto puesto, aunque lejos de la lucha por el podio.

La mañana del día decisivo repitió la historia con Thiry al frente, venciendo tramo tras tramo y ampliando su ventaja cada vez más. Pero en la penúltima especial llegó la sorpresa en forma de abandono del belga por culpa de un cojinete de una rueda de su Escort. Para Ford, era una importante decepción, pues Delecour había cedido ya ante un Auriol que heredaba el liderato. Lo que podría haber sido una victoria con doble podio se convertía ahora en ‘solo’ un segundo puesto.

Tour de Corse de 1995 | WRC

También le habría tocado a Carlos Sainz recibir un premio por su esfuerzo, al pasar del cuarto al tercer puesto. Pero el español no pudo defenderse ante el empuje de un Aghini que no tenía nada que perder y que le superaba a tres tramos del final. Por detrás, el único cambio en el último momento fue la subida de un McRae que pasó a Piero Liatti, el tercer Subaru oficial. De esta forma, Didier Auriol se hacía con la victoria, entrando de nuevo en la pelea por el título.

El podio lo completaron François Delecour para Ford y Andrea Aghini con Mitsubishi, logrando un curioso resultado de tres marcas distintas en el podio y cuatro en las cuatro primeras posiciones. El campeonato cruzaba el ecuador y lo hacía aún con suficiente igualdad en rendimiento y en puntos como para encarar una segunda mitad de año especialmente emocionante. Lo que nadie imaginaba era que las emociones iban a llegar de la mano de los azules Impreza y las acciones en los despachos.

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