El Suzuki Celerio es un vehículo urbano de recortadas dimensiones lanzado en Europa a finales del 2014 como sustituto natural del Alto.
Sólo se comercializa con una carrocería de cinco puertas de diseño discreto que quizás no encaja con las formas más elaboradas de sus rivales directos. Desarrollado para cumplir con las necesidades básicas de transporte,
el Celerio no tiene unas opciones de personalización especialmente amplias aunque en la red de concesionarios se ofrecen accesorios que pueden modificar ligeramente su apariencia, con varios tipos de llantas de aleación, adhesivos decorativos, faldones laterales o incluso un alerón para el portón trasero. En el interior el Celerio cumple bien en cuanto a terminación y ajustes.
Los plásticos tienen un aspecto sencillo pero transmiten solidez y están bien ensamblados. Los tapizados dan la sensación de ser resistentes y en las versiones más caras se incluyen apliques en símil aluminio en las salidas de aire laterales y en la consola central.
La disposición de todos los mandos está bien estudiada, colocando el sistema de sonido en la zona superior con botones de buen tamaño fáciles de leer. La climatización manual también presenta unas ruletas cómodas y sencillas de manejar
. La instrumentación está compuesta por un velocímetro, tacómetro y una pantalla multifunción con el nivel de carburante y un pequeño
ordenador de viaje. Lo mejor del Celerio está en su habitabilidad
. A pesar de tener unas dimensiones contenidas de sólo 3,6 metros de longitud, disfruta de unas plazas delanteras holgadas y buen espacio para las piernas en la banqueta posterior.
El maletero con 254 litros mínimos es de los mejores del segmento.
En España se comercializa con
tres niveles de acabado denominados GA, GL y GLX. El primero no interesa por su escasa dotación en la que no se incluyen elementos básicos hoy día como la luneta trasera térmica, limpia posterior o asideros de techo.
El GL es el más recomendable, disfrutando de
aire acondicionado, elevalunas eléctricos, cierre centralizado, radio CD MP3,
bluetooth, puerto USB y paragolpes pintados. El más completo de todos, el GLX, suma
las llantas de aleación, los elevalunas eléctricos posteriores, retrovisores eléctricos, airbags de cortina y detalles decorativos cromados en el exterior.
En ningún caso pueden tener elementos muy moda en la actualidad como un sistema de info-entretenimiento con pantalla táctil, control de velocidad de crucero, sensores de parking o la alerta de cambio de carril.
La oferta de motores está limitada por el momento a un único bloque de gasolina con
un litro de cilindrada que desarrolla 68 CV de potencia. Se combina con una
caja manual de cinco velocidades o bien con una robotizada con el mismo número de relaciones. En ambos casos declara unos consumos muy bajos de
sólo 4,3 L/100 en ciclo combinado y unas emisiones de 99 g/km de CO2.