RADARES DE LA DGT
Los radares se han convertido en un aliado fiel de la DGT a la hora de reducir que los conductores realicen infracciones.
En muchas ocasiones los radares móviles y no señalizados se encuentran escondidos o camuflados en zonas en las que no es fácil detectarlos. Por supuesto, también están situados en zonas en donde las infracciones son probables y en donde el peligro de accidente es mayor.
Tras una multa seguro que alguna vez te has preguntado si la policía de tráfico puede colocar los radares en cualquier lugar o si los agentes están limitados por algunas normas que podrían salvarte de una sanción irregular.
Lamentablemente para los infractores, los radares móviles sí pueden colocarse en cualquier parte y los ampara la ley, debido especialmente a una clara ambigüedad en la norma.
Para ello debemos acudir al Artículo 68 del Reglamento de Circulación, en donde se indica claramente que "los agentes de la autoridad responsable de la vigilancia, regulación y control del tráficopodrán utilizar o situar sus vehículos en la parte de la vía que resulte necesaria cuando presten auxilio a los usuarios de ésta o lo requieran las necesidades del servicio o de la circulación".
Tal y como indica la norma sin más detalle, los agentes de tráfico podrán situar el radar en donde mejor o más útil sea para su objetivo, que siempre debe ser evitar accidentes y nunca con un afán puramente recaudatorio.