Y podría ir a peor
España afronta los últimos coletazos del 2021 con una producción de coches nefasta, cayendo en picado incluso frente al año 2020 y todo lo que supuso la pandemia.
Todos recordamos el año 2020 como un punto de inflexión debido a la pandemia del COVID-19. Pese a que la pesadilla aún no se ha terminado, las circunstancias han mejorado en algunos aspectos, pero no para el sector del automóvil, donde este sigue causando estragos. Así lo reflejan las cifras de vehículos producidos en España, con un mes de octubre que cerró con 165.000 unidades fabricadas, lo que supone un 37,9% menos que en el mismo mes de 2020.
Y es que ya son muchos los palos que le están cayendo a la industria automovilística, principalmente por culpa de la escasez de semiconductores. Y es que, aunque todo apuntaba a que el año 2020 sería el peor de todos, el efecto dominó está provocando que el daño causado durante el confinamiento siga ocasionando problemas.
Si fijamos la vista en el año 2019, la caída respecto al mes de octubre es de un 38,9%, dejando así en este 2021 un acumulado total 1.757.280 vehículos, es decir, una caída de un 2,5% respecto al mismo periodo en 2020. Y es que el mes de octubre ha sido determinante, puesto que se trata del primer mes de este año en el que se cierra una producción más baja que en el año anterior.
Si nos detenemos en los segmentos, los turismos y todoterrenos se han llevado la peor parte, sufriendo una caída del 41,1% en comparación con el mismo mes de 2020. También se extrapola esta situación a los vehículos comerciales, que han experimentado una caída de un 24,5% respecto a octubre del año pasado.
Sin embargo, esta situación no se ha vivido solo en España, puesto que países como Italian, Francia, Alemania o Reino Unido también han sufrido fuertes retrocesos en su producción, registrando igualmente cifras peores a las del 2020. Así, desde ACEA -Asociación Europa de Fabricantes de Automóviles- se ha contabilizado una caída del 21,5% en 2020 frente al 2019 en la producción total de vehículos en Europa.
Sin lugar a dudas, la escasez de microchips es el inequívoco protagonista de esta bajada de producción, aunque no el único. Y es que la falta de ciertas materias primas, complicaciones logísticas o los precios del transporte marítimo también están causando fuertes estragos en la fabricación y entrega de vehículos.