Vladimir Putin quería ser uno de los presidentes más envidiados del mundo a la hora de hablar de
coches presidenciales, y tras ver estas primeras imágenes parece que está muy cerca de conseguirlo. Si el presidente de los EE.UU., Barack Obama, realiza sus viajes en una limusina Cadillac apodada "La Bestia", Putin no podía ser menos y por eso
encargó a sus mejores ingenieros trabajar codo a codo con Porsche para desarrollar esta limusina que pretende ser
el coche oficial de los más poderosos en Rusia.
Pero el proyecto de fabricación de esta limusina no pretende crear sólo unas pocas unidades de este vehículo para Vladimir Putin, sino que pretende crear toda una gama de vehículos que pueda ser comercializada en toda Rusia para los más adinerados.
La factoría encargada de ensamblar cada uno de los vehículos del proyecto Kortezh comenzará a finales de 2017 con la construcción de una primera remesa de 200 unidades, teniendo como objetivo llegar a contar con hasta
cuatro carrocerías diferentes con una producción de en torno a 4.000 unidades por variante. Aunque parezca mentira,
de esta limusina se pretende crear un SUV, un sedán y un monovolumen. ¿Y que tiene que ver todo esto con Porsche? Aunque la firma de Stuttgart sea mundialmente conocida por su gama de SUV y deportivos, uno de sus grandes negocios paralelos está relacionado con los estudios de ingeniería. De este modo,
para crear el proyecto Kortezh se habría recurrido a Porsche para desarrollar el apartado técnico, quedando por confirmar su propulsor que en un primer momento se especuló con un V12 Twin-Turbo para poder mover los miles de kilogramos que alcanzará este buque con cuatro ruedas. En Centímetros Cúbicos: