TU SEGURIDAD, EN RIESGO

¿Tu coche no va recto? He aquí las 3 causas de desplazamiento involuntario al conducir

No siempre hay que echarle la culpa al viento lateral. Si tu coche anda torcido en líneas rectas y se desvía hacia cualquiera de los dos lados, seguramente tenga un problema.

Conducir un automóvil es una actividad cotidiana que muchos realizamos sin pensar demasiado. Es por ello que no siempre prestamos la debida atención al mantenimiento que precisa, lo que puede derivar en problemas que afectan directamente la seguridad. Uno de ellos es el desplazamiento involuntario, una situación en la que el coche tiende a desviarse hacia un lado sin intervención del conductor (sin girar, con el volante recto). Aquí te explicamos las 3 causas principales de esta anomalía (aunque sea común).

Mala alineación de las ruedas

La alineación incorrecta de las ruedas es una de las causas más comunes, y por lo tanto probables, del desplazamiento involuntario. Este problema ocurre cuando las vías no están bien ajustadas o según especificaciones del fabricante. Como resultado, el coche tiende a moverse hacia un lado, obligando a corregir su trayectoria con el volante, que también puede estar mal centrado y afectar la dirección. Además de incómodo, puede llegar a aumentar el desgaste de algunos neumáticos y el consumo de combustible.

Taller | Efe

Presión de neumáticos desigual

Otra causa frecuente de desplazamiento involuntario en un automóvil es la presión desigual en los neumáticos. Cuando una de estas gomas tiene menos presión que las otras, la superficie de contacto con la carretera cambia, lo que puede causar que el vehículo se desplace hacia el lado donde la presión es menor. Este problema no solo afecta la estabilidad del coche, sino que también puede provocar un desgaste irregular de los neumáticos y aumentar el riesgo de reventones. Revisa esto frecuentemente.

Algún defecto en la suspensión

Los componentes de la suspensión, como los amortiguadores y las rótulas, juegan un papel crucial en la estabilidad del vehículo. Cuando tales componentes tiene mucho desgaste o incluso daños, hacen que el coche se incline hacia un lado, especialmente en curvas o al frenar. Un sistema de suspensión en muy mal estado no solo afecta a la comodidad del conductor y de los pasajeros, sino que también puede comprometer la capacidad de reacción del vehículo, aumentando el riesgo de pérdida de control.