Los planes de futuro de la DGT
Desde Tráfico se trabaja a contrarreloj para hacer de la DGT un super-organismo conectado con todos los conductores.
La DGTse encarga de velar por la seguridad de todos los conductores, administrando también los recursos relativos a las infraestructuras de transporte y comunicación por carretera. Al fin y al cabo, somos decenas de millones de conductores y decenas de millones de vehículos los que cada día utilizan algún tipo de vehículo o carretera.
Con la llegada de nuevos recursos administrativos como la Sede Electrónica o la aplicación para smartphone MiDGT, los conductores tenemos la oportunidad de interactuar con la administración, con la DGT, de manera más rápida, sencilla y segura, evitando utilizar demasiado tiempo en trámites y consultas que antes ocupaban buena parte de nuestra jornada.
Sin embargo, en un mundo cada vez más conectado, la DGT no quiere quedarse atrás, de manera que ya prepara la llegada de 'DGT 3.0', una profunda transformación que, básicamente, consistirá en conectar e interconectar tanto a vehículos como a conductores y administraciones, una conexión de la que, por otro lado, nadie podrá escapar.
DGT 3.0: ¿qué pretende Tráfico?
El concepto DGT 3.0 hace referencia a la interconexión de “todo con todos” mediante la implantación de diferentes sistemas de control y actuación autónomos. Esto significa que en un futuro cada vez más cercano será prácticamente imposible escapar al control de la DGT, que sabrá qué vehículo estamos conduciendo, por dónde estamos conduciendo y cuál es nuestra situación a nivel administrativo.
Esto no tiene porqué ser necesariamente malo: nuestros datos personales seguirán estando protegidos en todo momento, y la DGT no tendrá acceso a ellos per se, sino que seremos nosotros los que daremos acceso a la DGT a ciertos datos en caso de necesidad. Un buen ejemplo de ello es la nueva señal de aviso V-16, la famosa “luz parpadeante” que sustituirá a los triángulos de emergencia.
Esta nueva señal estará conectada mediante geolocalización, y funcionará de manera conjunta con la señal virtual V-27, un sistema de geolocalización y asistencia que se instalará en todos los vehículos nuevos dentro de unos años y que permitirá interactuar con servicios de emergencia e infraestructuras para una circulación más fluida y segura.
La DGT quiere, por ejemplo, que las ambulancias o los coches de bomberos/policía puedan emitir una señal electrónica en caso de emergencia para que los semáforos con los que se encuentren permitan una circulación más rápida, avisando además a otros conductores de su inminente llegada para que éstos puedan apartarse de manera más segura y, por tanto, más eficaz.