DOS NOVEDADES
El objetivo que persiguen con ellas es proteger a algunos de los actores más vulnerables de la vía: peatones y ciclistas.
Algunos de los actores más vulnerables de la vía (peatones, usuarios de Vehículos de Movilidad Personal (VMP), ciclistas y motocicletas) están, ahora, un poco más protegidos. La Dirección General de Tráfico ha puesto en marcha un par de pruebas que añadirían dos nuevas señales de tráfico a su catálogo para que la circulación de bicicletas y peatones sea más segura: te explicamos cómo son y dónde las puedes encontrar.
Las más recientes son las señales de peligro que tienen como objetivo advertir al resto de actores sobre la presencia de ciclistas en la carretera por la que están circulando: dentro del triángulo rojo aparece una bicicleta enmarcada por tres luces naranjas ubicadas en las esquinas. Debajo han añadido el siguiente mensaje: “Luz encendida ciclista próximo”.
Reducir la velocidad
Ese es, precisamente, su funcionamiento. Los tres avisos luminosos se activan cuando su sensor reconoce a un ciclista o a un grupo sobre el asfalto: para ello extrae la energía de un panel solar. Por lo tanto, cuando un vehículo se cruce con una de estas señales en acción tendrá que extremar la precaución y reducir la velocidad para minimizar el riesgo de atropello.
La DGT ha colocado las tres primeras señales en zonas con poca visibilidad de la CM-2105 de Castilla-La Mancha. Una carretera que forma parte de las Rutas Ciclistas Seguras de la citada comunidad autónoma uniendo Cuenca y Tragacete.
Dientes de dragón
La segunda novedad son los dientes de dragón que han aparecido en algunas calzadas para mejorar la seguridad de los peatones. Estas marcas viales están compuestas por un conjunto de triángulos isósceles que miden 75 centímetros en su base aunque su altura va variando: los primeros tienen 60 centímetros y los últimos llegan hasta los 90.
Cada tramo mide 30 metros y crea una ilusión óptica que hace que el carril parezca más estrecho de lo normal. Por esta razón los primeros dientes de dragón se han ubicado antes de travesías, vías urbanas, pasos de peatones, tramos con una alta concentración de accidentes o puntos negros: puntos en los que hay que reducir la velocidad de manera notable.
Tanto las nuevas señales de peligro como estas marcas viales son parte de los programas piloto que la Dirección General de Tráfico está llevando a cabo para medir el impacto que estas dos medidas tienen sobre los conductores antes de extenderlas al resto del territorio nacional. Cuando terminen, evaluarán los resultados obtenidos y si son satisfactorios comenzaremos a verlas en otras carreteras españolas.