SEGÚN LA NORMATIVA
Son varias las opciones: desde remolques hasta sillas que se acoplan a la bicicleta de un adulto pasando por su propio vehículo de dos ruedas
Las diferentes comunidades autónomas han programado la vuelta al colegio durante la semana del seis de septiembre y la Dirección General de Tráfico, consciente de ello, ha hecho una recomendación a la hora de realizar los trayectos hasta los centros educativos. La DGT aconseja olvidarse del coche y apostar, entre otros, por la bicicleta: ¿cómo tenemos que llevar a los niños en ella?
La mayor parte de madres y padres que se decantan por este vehículo de dos ruedas para llevar desplazarse con los más pequeños de la casa lo hacen decantándose por las sillas que se pueden instalar en la parte trasera o delantera.
¿Silla trasera o delantera?
Si elegimos la primera, tenemos que tener en cuenta que debe estar homologada y cumplir una serie de condiciones: llevar arnés de seguridad, cinturones, reposabrazos, sujeción para los pies y un respaldo alto para que el niño pueda apoyar la cabeza. En ella podrán viajar hasta los siete años o hasta que superen los 21 kilos de peso. Las segundas están algo más limitadas ya que nuestros hijos deben pesar entre 9 y 15 kilogramos para viajar en ellas.
A la hora de escoger entre una y otra, los expertos aconsejan las sillas traseras porque son más seguras y estables: las delanteras, además, pueden impedir realización de las maniobras correctamente y dificultar la visibilidad. Eso sí, independientemente de la elección, los pequeños tendrán que ir siempre equipados con casco.
Su propia bicicleta
Si los niños son autónomos y existe la posibilidad de que utilicen su propia bicicleta para ir al colegio, tendremos que tener en cuenta los elementos obligatorios para este vehículo: timbre, luz roja, luz blanca y catadióptrico rojo. A esto hay que añadir el casco (imperativo para menos de 16 años) y es aconsejable vestirles con alguna prenda reflectante que les haga más visibles para el resto de usuarios de la vía.
A la hora de circular, la norma general indica que debemos hacerlo por el carril-bici o por las zonas exclusivas para ciclistas. No obstante, conviene consultar las ordenanzas de cada ayuntamiento puesto que cambian de una ciudad a otra: en algunas es posible que los niños circulen por la acera mientras que en otras está prohibido porque se considera un espacio reservado para los peatones… a no ser que indique la coexistencia con un carril para bicicletas.