104.000 vehículos del grupo Fiat Chrysler Automobiles están bajo la lupa de la agencia medioambiental estadounidense (EPA en sus siglas en inglés) y la California Air Resources Board (CARB) tras abrirse formalmente una
investigación por posible uso de dispositivos para manipular las emisiones NOx en vehículos de la marca Jeep y RAM equipado con motores turbodiésel. La acusación está centrada en los Jeep Grand Cherokee y Dodge Ram 1500 con motor diésel de 3 litros con fecha de fabricación entre 2014 y 2016. La acusación habla en los mismos términos que en su momento afectaron a Volkswagen, el
uso de dispositivos auxiliares para manipular las emisiones NOx de los motores diésel, una artimaña que sería ilegal y que podría suponer un verdadero varapalo para el grupo italoamericano conociendo las consecuencias que ha traído el dieselgate para el Grupo Volkswagen. Ayer precisamente se conocía la Aunque
por el momento la investigación no ha podido demostrar la intención deliberada de FCA para manipular las emisiones, desde la EPA y la CARB sí que se señala en este sentido. Aún así habrá que esperar para conocer los informes finales de la investigación y las declaraciones de FCA al respecto para aclarar los motivos tras esta polémica acusación.
Tras darse a conocer la noticia, el Grupo FCA ha visto desplomarse sus acciones un 16% en las bolsas de Milán y Wall Street. Tras darse a conocer la noticia, FCA no ha tardado en ofrecer su versión de los hechos negando la acusación. Fiat Chrysler Automobiles asegura que trabajará con la EPA y la CARB para esclarecer los hechos y demostrar su inocencia. Fuente:
EPA En Centímetros Cúbicos: