OTRO GOLPE AL CARTEL DE CONCESIONARIOS
El ya conocido "cártel de concesionarios" podría recibir un nuevo golpe judicial de la mano de la Organización de Consumidores y Usuarios, que acaba de presentar una nueva demanda en contra de dos marcas asiáticas
En los últimos años hemos asistido -y de hecho seguimos asistiendo- a una tendencia más que notable de incremento en los precios de los coches nuevos, un aumento que no ha sido bien recibido por los compradores. Este aumento ha sido atribuido, según los fabricantes, a una combinación de factores, entre los que se incluyen el encarecimiento de los materiales y componentes utilizados en la fabricación de vehículos, así como los costes asociados con el cumplimiento de regulaciones medioambientales y de seguridad cada vez más estrictas.
Además, la escasez de semiconductores también tuvo un gran efecto en la producción y disponibilidad de vehículos, contribuyendo aún más a la presión alcista sobre los precios. Estas alzas han generado un impacto muy importante en los consumidores, que ahora se enfrentan a un panorama en el que adquirir un coche nuevo implica un desembolso considerablemente mayor que en años anteriores.
Y es que años atrás adquirir un coche nuevo era una decisión financiera importante y relevante, pero sin ningún género de dudas, mucho menos "exigente" para el bolsillo medio que en la actualidad. Eso sí, no es oro todo lo que reluce. Y es que seguro que en los últimos meses has oído hablar del "cártel de concesionarios", en el que múltiples marcas se pusieron de acuerdo para fijar precios y evitar competencias indeseadas. Todo ese escándalo se destapó hace ya unos años, y poco a poco los posibles afectados, que compraron sus coches entre los años 2006 y 2013, han comenzado a demandar para obtener una indemnización con la que compensar el posible sobreprecio que pagaron por sus coches nuevos.
Ahora la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha ampliado su batalla legal contra el "cártel de los coches", presentando una nueva demanda colectiva ante los tribunales mercantiles de Madrid. En esta ocasión, la OCU ha puesto en su punto de mira a los fabricantes de las marcas Kia y Mazda, exigiendo compensaciones para los consumidores afectados por el ya mencionado acuerdo de precios entre marcas y concesionarios.
La última demanda de la OCU apunta directamente hacia los dos fabricantes asiáticos, a quienes se les señala por su presunta participación en el acuerdo para fijar los precios de los vehículos.Según la OCU, aquellos que compraron un automóvil de estas marcas durante los períodos específicos en los que se presume su participación en el cártel podrían tener derecho a una compensación.
Los peritos de la OCU han calculado preliminarmente que el "sobreprecio" abonado por los consumidores podría ascender por encima del 10% del valor del vehículo, sumado a los intereses pertinentes. Esto implica que, dependiendo de la fecha de compra, el exceso de coste podría variar entre el 14% y el 17,5% del precio original, con un promedio estimado de alrededor de 3.500 euros por automóvil.
Las afirmaciones de la OCU se respaldan además en los hallazgos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que en septiembre de 2015 confirmó la existencia de un cártel en el sector automotriz. Según las estimaciones de la organización de consumidores, esta actividad ilícita podría haber afectado a unos cuatro millones de usuarios (entre todas las marcas implicadas), quienes habrían pagado un "sobreprecio" por sus vehículos.