Un error que afecta a la seguridad
Las luces de nuestro coche son un elemento fundamental tanto para ver como para ser vistos, siempre y cuando se utilicen correctamente
Las luces de nuestros coches son un elemento que nos acompañan en todo momento, y que forman parte de la fisonomía de nuestros vehículos desde siempre. Con el paso del tiempo, los sistemas de iluminación se han hecho más y más complejos y capaces, pero su uso sigue dependiendo fundamentalmente de la acción del conductor, algo que puede desembocar en un problema de seguridad.
Tanto es así, que pese a que la mayoría de coches del mercado ya salen de fábrica equipados con luces antiniebla, son pocos los conductores que saben utilizar correctamente la iluminación antiniebla delantera que, pese al nombre con el que se denominan, tienen más funciones más allá de aumentar nuestro campo de visión cuando la niebla se apodera de las carreteras.
El uso que casi nadie conoce para las luces antiniebla
Muchos conductores cometen el error de ignorar la capacidad de iluminación de las luces antiniebla, limitando su uso a, como ya hemos mencionado, los escenarios en los que este elemento natural disminuye la visibilidad. Sin embargo, existen otros dos escenarios en los que el uso de las luces antiniebla es más que recomendable, dos usos que aumentan además la seguridad tanto de los que viajan como de los que circulan por la vía: