El
autobús es uno de los métodos de transporte más populares de España. Es, además, uno de los más seguros y controlados, gracias una flota que por lo general es moderna y
unos conductores que ofrecen toda su pericia tras el volante por corto que sea el trayecto. No obstante,
los autobuses modernos están preparados para gestionar situaciones de emergencia, superando además durísimas pruebas de homologación. Un autobús moderno está construido para resultar
igual de seguro que un vehículo gracias a elementos como la
estructura de supervivencia, el control antivuelco o,
por supuesto, el ESP, un elemento de seguridad activo que lleva siendo obligatorio desde el año 2014, y que contribuye, con su acción, a salvar miles de vidas al año en todo el mundo. Sin embargo,
nosotros, los pasajeros, muchas veces nos olvidamos de un sistema de seguridad también obligatorio en los autobuses, pero mucho más veterano, el cinturón de seguridad.
El cinturón de seguridad, ese elemento obligatorio en los turismos, que tantos miles de vidas ha conseguido salvar,
pasa demasiado desapercibido en los autobuses, pese a que su instalación se hizo obligatoria desde mediados de 2007. Aún a día de hoy podemos ver como la mayoría de los pasajeros no se abrochan este sistema de retención, pero...¿es obligatoria su utilización? La respuesta la encontramos en el
Real Decreto 965/2006, en el que se especifica claramente que
tanto conductor como pasajeros, siempre que tengan una edad superior a los 3 años, deberán abrocharse el cinturón de seguridad sea cual sea el trayecto, con carácter obligatorio, a excepción de autobuses urbanos y cercanías. El no cumplimiento de esta norma está considerado una infracción grave, de cuya sanción se hará cargo el propio infractor. Así que ya sabes, siempre que te subas a un autobús con cinturón...¡ni lo dudes! ¡Cinturón abrochado! En Centímetros Cúbicos:
Un autobús eléctrico bate el récord de autonomía con 1.772 kilómetros sin recargar |
¡Ojo! Ya multan las primeras 50 cámaras que detectan el uso del cinturón