TUVO UNA GRAN COLECCIÓN
Fue el 8 de septiembre cuando la Casa Real británica anunciaba el fallecimiento de la Reina Isabel II. Pero hoy no os vamos a hablar sobre ello o sobre su reinado, sino sobre la colección de coches que tuvo bajo su poder.
La muerte de la Reina Isabel II ha conmocionado al mundo entero y ha sido noticia constante estos últimos días. Pero más allá de analizar su mandato o el propio protocolo que exige su entierro, vamos a conocer con más detalle el desconocido lado 'petrolhead' protagonizado por una extensa y elegante colección de coches.
Y es que aunque sea complicado recopilar todos los coches que tuvo bajo su poder Isabel II durante los 70 años de reinado, podemos esclarecer un elenco conformado, como no podría ser de otra manera, por coches de origen inglés.
Así, nos encontramos con modelos provenientes de marcas como Land Rover, Rolls-Royce, Bentley y Aston Martin entre otros. Pero no todos los coches de Isabel II fueron de procedencia inglesa tal y como demuestran modelos como el Vauxhall Cresta, una berlina que estuvo en producción entre los años 50 y 70 y que la Reina de Inglaterra tuvo durante los primeros años de su mandato.
Pero más característicos han sido los Land Rover que tuvo Isabell II, entre los que destaca un Defender con el que solía acudir al campo con sus también característicos Corgis. Pero también era habitual verla a los mandos del buque insignia de la casa británica, como el Range Rover, modelo del que tuvo unidades de diferentes generaciones.
Diversos Bentley también han servido a la Casa Real británica, y más concretamente a la Reina. Y es que Isabel II ha tenido un Mulsanne y un Bentayga entre otros, teniendo como curiosidad que el SUV inglés que acabó en el garaje de Su Majestad fue una de las primeras unidades producidas.
Otro coche extranjero que acabó en las manos de Isabel II fue un Citroën SM Opera, una edición especial de cuatro puertas del elegante francés. A este se le suma un Rover 827 Sterling, una berlina con un V6 en sus entrañas que, pese a que no se vio demasiado siendo utilizado por la Reina, sin lugar a dudas fue una pieza que no podía faltar dentro de un garaje conformado, principalmente, por coches británicos.
Y ahí entran también los Rolls-Royce de Isabel II, entre los que destacan modelos como el Silver Ghost o el Silver Wraith.
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