La firma de la estrella ya posee el 20% de las acciones de los británicos
A cambio, Aston Martin podrá beneficiarse de muchas de las tecnologías mecánicas tanto híbridas como eléctricas o térmicas de Mercedes hasta 2027.
Los movimientos de los últimos meses parecían apuntar a que Mercedes-AMG iba a ganar un gran peso dentro del organigrama de Aston Martin, especialmente después de anunciarse que el antiguo responsable de la estructura alemana, Tobias Moers, llegaba en pleno 2020 como nuevo director ejecutivo de los británicos, mientras que Toto Wolff, responsable de la escudería de Fórmula 1, movía ficha y se hacía con una pequeña parte del accionariado de la firma alada, algo que en su momento llegó a desatar los rumores de una posible salida del austriaco hacia la estructura que iba a crear Lawrence Stroll de cara a 2021.
Cualquier tipo de elucubración saltaba por los aires este mismo martes cuando se anunciaba que Mercedes-Benz se convertirá en el segundo accionista más grande de Aston Martin después de llegar a un acuerdo con el empresario canadiense y en un movimiento estratégico por parte de los alemanes que ya se venía gestando desde que ambos fabricantes firmaron un acuerdo para que hubiera transferencia de tecnología y los V8 turbo empezasen a animar los nuevos modelos de los de Gaydon.
Mercedes, que ya tenía una participación en la compañía, aumentará de esta forma la misma hasta el 20%, mientras que la marca de la estrella dará acceso a Aston Martin a “una gama de tecnologías de clase mundial, incluida la arquitectura del tren motriz (para vehículos convencionales, híbridos y eléctricos) y eléctricos orientados al futuro. arquitectura electrónica, para todos los lanzamientos de productos hasta 2027”.
Stroll también anunció nuevos accionistas importantes en forma de Zelon Holdings y Permian Investment Partners, un movimiento vital para una compañía que ha arrojado resultados negativos en los últimos meses a pesar de la llegada de los nuevos propietarios. Esta incertidumbre financiera llevó a los responsables a cancelar el proyecto de regresar a las 24 Horas de Le Mans con el Valkyrie, mientras que el Aston Martin Valhalla también apuntaba a un periodo de pausa a la espera de decidir si finalmente llegará a la producción. En el último informe, Aston Martin confirmaba un progreso excelente en la reducción del inventario de deportivos en su concesionario, por delante incluso de lo planeado, con 567 unidades de las menos de 1.400 vendidas en lo que llevamos de año.
Aunque obviamente el principal afectado es el negocio de los vehículos de producción, esta compra y cooperación técnica también tendrá incidencia en los circuitos, y no es de extrañar que la relación entre ambas escuderías se vuelva más estrecha después de que Racing Point haya empleado múltiples piezas e incluso el diseño del W10 para desarrollar su RP20, el monoplaza que está utilizando esta temporada en la Fórmula 1. Racing Point F1 Team, la cual a partir de 2021 pasará a ser Aston Martin F1 Team, seguirá empleando motores suministrados por Mercedes-Benz.