El cinturón de seguridad, objeto de mitos
El cinturón de seguridad es uno de los elementos que más vidas ha conseguido salvar a lo largo de los años. Sin embargo, aún hay gente que duda de su eficacia. Para ellos, la DGT ha desmentido varios mitos.
El cinturón de seguridad es, sin ninguna duda, uno de los elementos que más eficaces han sido -y son- en la reducción de la mortalidad en accidentes de tráfico. Desde su implantación masiva se han salvado millones de vidas a nivel mundial, pero, sin embargo, aún hay gente que duda de su eficacia y decide viajar en coche sin utilizarlo, lo que además de peligrosa, es una actitud constituyente de infracción grave.
La DGT ha decidido romper una lanza a favor del cinturón de seguridad, desmintiendo algunos de los mitos más populares en torno al cinturón de seguridad. VER VÍDEO DE ARRIBA.
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El cinturón de seguridad lleva más de 60 años con nosotros, pero no por ello ha perdido un ápice de efectividad: este invento de mediados de siglo XX ha demostrado que es posible salvar millones de vidas con un simple gesto, aunque también es conveniente saber que su efectividad está supeditada a un buen uso del mismo.
La DGT nos lo recuerda con 4 consejos que pueden mejorar nuestra seguridad y, sobre todo, salvarnos la vida.
1. Sin holguras
El cinturón de seguridad debe estar colocado siempre de manera que la mayor parte del mismo esté en contacto con el cuerpo en todo momento. La holgura es contraria a la seguridad: cuanto más ceñido al cuerpo esté el cinturón, mejor funcionará en caso de necesitarlo y menores las lesiones que producirá en caso de una deceleración brusca.
2. Nunca por debajo del brazo
Muchos conductores consideran que llevar el cinturón de seguridad por encima del brazo resulta incómodo y limita su libertad de movimientos. Nada más lejos de la realidad, ya que en caso de accidente la inercia hará imposible controlar el brazo que se ha quedado suelto, por lo que con casi total probabilidad terminará lesionado de forma muy grave. Además, es completamente ilegal viajar con el cinturón de seguridad por debajo del brazo.
3. Prohibido llevar niños dentro de nuestro cinturón
Parece mentira, pero en la realidad es una práctica muy extendida: para evitar utilizar una silla homologada, algunos adultos se "meten" al niño dentro de su cinturón, abrochándolo por delante de la criatura. Evidentemente es una práctica que constituye una infracción tan grave que puede terminar con tu coche inmovilizado, pero es que además en caso de accidente el más pequeño puede resultar severamente herido.
4. El asiento, con la mínima inclinación
El cinturón de seguridad se encarga de retener el cuerpo en caso de colisión, pero para ello necesita que estemos bien sentados, de manera erguida. Si estamos sentados con el respaldo demasiado inclinado es posible que en caso de una deceleración brusca el cuerpo se deslice por debajo del cinturón, de manera que este último no pueda llevar a cabo su función de manera adecuada.