POCOS CICLISTAS SON CONSCIENTES
Los ciclistas son cada vez más habituales en nuestras carreteras, y en la mayoría de situaciones tienen el derecho y el deber de comportarse como un vehículo más. De ahí, que se enfrenten a multas como ésta.
En los últimos años hemos sido testigos de un notable aumento en la presencia de ciclistas en las carreteras de España. Este fenómeno, impulsado por factores como la conciencia ambiental, la promoción de hábitos saludables y el fomento de la movilidad sostenible, ha llevado a una mayor convivencia entre automóviles y bicicletas en nuestras vías. Aunque la integración de ciclistas en el tráfico es bien recibida por lo general, también ha suscitado debates sobre las infracciones que algunos de ellos pueden cometer.
Entre las infracciones comunes, destaca la omisión de señales de tráfico y semáforos, así como el incumplimiento de normas de circulación establecidas. Además, en ocasiones, algunos ciclistas pueden circular por aceras peatonales, generando preocupación entre los peatones e ignorando las normativas vigentes. Estas infracciones no se dan sólo en terreno urbano, ya que en carretera también es posible encontrar situaciones en las que los ciclistas deben tener claro cómo actuar si no quieren cometer una infracción.
Desde la Dirección General de Tráfico son conscientes de ello, de ahí que cada vez se preste más atención a estos colectivos, en especial cuando circulan en grupo, momento en el que la normativa indica que, por norma general, deben ser considerados como un sólo bloque. Es lo que ocurre, por ejemplo, en las rotondas: cuando el primer ciclista del grupo se incorpora a la rotonda, el resto tiene prioridad sobre el resto de vehículos que circulan, incluso cuando éstos circulan ya en el interior.
Ya en reiteradas ocasiones la DGT ha destacado la importancia de considerar las bicicletas como vehículos, instando a sus usuarios a respetar las normas de circulación de la misma manera que cualquier otro conductor. Este principio cobra especial relevancia al aproximarse a un cruce con señal de STOP.
¿Qué sucede entonces? ¿Los ciclistas actúan también como un sólo bloque, o tienen la obligación de pararse de manera individual? En este caso la cosa cambia y la DGT recuerda la obligación de que todos y cada uno de los ciclistas se detengan en la señal de STOP, de manera individual, cerciorándose de que pueden circular antes de reiniciar la marcha. En caso de no respetar la señal o de actuar como un sólo bloque y detenerse sólo una vez, se enfrentan a una sanción de 200€ por persona.
Es crucial subrayar la necesidad de que los ciclistas practiquen una conducción responsable y atenta, ya que, al ser usuarios vulnerables, su seguridad y la de los demás en la vía dependen en gran medida de su comportamiento. La violación de señales de STOP no solo infringe las normativas de tráfico, sino que también puede poner en peligro la integridad de los propios ciclistas y de aquellos que comparten el espacio vial con ellos.