LA FALTA DE RUIDO ES PARTE DEL PROBLEMA
Los coches eléctricos deben superar muchas barreras, a las cuales, debemos sumar una más: la gente se marea al viajar en coches eléctricos. Y se marea mucho, según unos estudios. ¿Más inventos para desprestigiar la tecnología o hecho real?
La gente que viaja en coches eléctricos sufre náuseas. Eso al menos afirman algunos estudios e incluso usuarios particulares, quienes han contado su experiencia en medios como The Guardian. El periódico británico se ha hecho eco de una de algunas de esas historias y ha vuelto a sacar a la luz el problema: los coches eléctricos provocan náuseas.
Vivimos, actualmente, uno de los momentos más importantes de cuantos ha sufrido la industria del automóvil en su historia. El paso del motor de combustión al motor eléctrico será la transformación más radical jamás sufrida por este invento, el cual, tiene más de 100 años. Sin embargo, esa transformación va más despacio de lo que se esperaba y, para colmo, aparecen toda clase de cosas en contra de la tecnología.
La última y más llamativa afecta a los ocupantes, o mejor dicho, tiene a los ocupantes como los protagonistas indiscutibles. Por lo visto, según diferentes estudios, viajar en un coche eléctrico provoca náuseas extremas. No unas náuseas y unos mareos, digamos, normales, dicen claramente “náuseas extremas”. Estudios que se acompañan de publicaciones en redes sociales sobre este hecho. Es una situación bastante llamativa y da la impresión de ser una campaña más en contra del coche eléctrico que una realidad, pero nada más lejos de la realidad, pues al parecer, tiene una explicación científica.
William Emond, estudiante de doctorado que investiga el mareo en el automóvil en la Universidad de Tecnología de Belford-Montbéliard, en Francia, dice que “el mayor mareo en los coches eléctricos se puede atribuir a una falta de experiencia previa, tanto como conductor como pasajero, donde el cerebro carece de precisión para estimar las fuerzas de movimiento porque depende de la experiencia previa en otros tipos de automóviles”. Básicamente, se puede traducir de la siguiente manera. Nuestro cerebro tiene información de cómo funciona un coche con motor de combustión –sonido del motor, vibraciones… –, una experiencia que no sirve con los motores eléctricos –no vibran y no suenan–.
Hay más estudios que se centran en este problema, los cuales, concluyen que existen vínculos entre las características específicas de los coches eléctricos y el mareo en movimiento. Un estudio, publicado en 2024, mostró que había correlación entre la gravedad del mareo por movimiento y las vibraciones del asiento de los vehículos eléctricos. Otro estudio apuntó que la ausencia de ruido podría ser otro factor importante en la aparición de mareos.
Emond lo explica de la siguiente manera: “si estamos acostumbrados a viajar en vehículos que no son eléctricos, estamos acostumbrados a comprender el movimiento del coche basándonos en señales como las revoluciones y vibraciones del motor, el par motor, etc. Sin embargo, viajar en un vehículo eléctrico por primera vez supone un nuevo entorno de movimiento para el cerebro, que necesita una adaptación”.
John Golding, profesor de psicología aplicada en la Universidad de Westminster, en Londres, dice que el mareo por movimiento afecta específicamente a los pasajeros porque está, en gran parte, relacionado con la capacidad de anticipar los cambios en el movimiento. Los conductores tienen control sobre el movimiento del vehículo, pero los pasajeros no, especialmente los ocupantes del asiento trasero. Es más, afirma que este problema podría agravarse con la introducción de vehículos autónomos.