¿SON RECOMENDABLES?
La multinacional española comercializa ya carburantes sostenibles con el objetivo último de liberar a los vehículos de combustión de las prohibiciones de la Unión Europea.
Hace poco menos de dos años, Bruselas anunció una serie de polémicas prohibiciones que afectaban de manera directa a los coches de combustión. De acuerdo con lo dictaminado, la Unión Europea no permitirá a las marcas vender más coches nuevos que tengan un motor de combustión y utilicen la gasolina o el gasóleo como fuente de energía a partir de 2035, aunque sí podrán seguir circulando hasta 2050.
La oficialización de este anuncio modificó drásticamente la hoja de ruta de la industria de la automoción, la cual se vio obligada a dirigir su mirada a largo plazo a la producción de coches eléctricos y de pila de combustible. Una medida que los fabricantes catalogaron de muy ambiciosa, suponiendo un reto enorme para ellos.
La realidad de la situación del mercado de coches eléctricos es bien diferente a la planificada, destacando el caso de España. Y es que en nuestro país este tipo de vehículos no alcanza ni un 10% de la cuota del mercado total. Por esta razón, la Unión Europea dejó abierta una ventana al aceptar los combustibles sintéticos como fuente de energía alternativa a la gasolina y el gasóleo, lo que supone que los vendedores podrán seguir ofreciendo automóviles de combustión más allá de 2035 siempre y cuando solo utilicen este tipo de combustible.
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La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se ha pronunciado al respecto diferenciando, en primer lugar, los biocombustibles de los sintéticos. El primero de ellos, tal y como asegura el organismo, deriva de desechos vegetales y materia orgánica, lo que lo convierte en sostenible, su mayor baza. Los segundos, por su parte, se producen mediante hidrógeno en un proceso más caro y complejo que, además, consume una gran cantidad de energías renovables.
Respecto a si sirve para cualquier tipo de vehículo, la OCU se ciñe en la respuesta otorgada por las compañías productoras, las cuales han anunciado desde el primer momento de su lanzamiento que estos combustibles se pueden utilizar en cualquier medio de transporte con motor de combustión, ya sean coches, camiones, barcos o aviones.
El precio ha sido otra de las cuestiones tratadas por la organización. Y es que los precios tanto de la gasolina como del diésel renovables son similares a los de la gasolina de 98 octanos y del diésel premium. Por tanto, sí son algo más caros que la gasolina y el diésel convencionales, siendo este uno de sus grandes inconvenientes junto a la escasa cantidad de gasolineras que lo comercializan.
Sin embargo, tal cual indica el informe de la OCU, "además del balance neto 0 de CO2 que contribuye a la lucha contra el cambio climático, con estos combustibles se evita la dependencia del petróleo, producto que España tiene que importar y que suele estar sometido a tensiones de precio". Por la tanto, podemos considerar a este tipo de carburantes como una solución a uno de los problemas de movilidad más preocupantes e importantes de la historia.