CON LOS PRECIOS POR LAS NUBES
Los precios de los carburantes tienen un impacto directo en la economía de nuestro país y, sobre todo, en la economía de cada uno de nosotros en nuestro día a día. Con los precios otra vez por las nubes, ahora son las propias gasolineras las que quieren proponer bajadas.
Por todos es sabido que el precio de los carburantes ejerce un impacto significativo en la economía, tanto a nivel estatal como en la vida personal de los ciudadanos. A nivel estatal, en países como España, las variaciones en los precios de los combustibles tienen repercusiones directas en la inflación y en los costes de transporte, afectando a diversos sectores económicos, desde la industria hasta la logística. Además, el Estado también se ve afectado debido a la recaudación de impuestos ligada a los carburantes.
A nivel individual, los precios de los combustibles influyen en el presupuesto de las familias, que deben contar con un presupuesto cada vez mayor para llenar el depósito de sus vehículos, lo que puede impactar en su capacidad de ahorro y en el coste de vida en general. Además, las fluctuaciones en los precios de la gasolina y el diésel pueden tener un efecto dominó en otros productos y servicios, encareciendo el transporte público y los bienes que dependen del transporte para llegar a los consumidores.
Ahora, con los precios de los carburantes otra vez disparados y cada vez más cerca de los techos que se alcanzaron hace algo más de un año a consecuencia del inicio de la Guerra de Ucrania, son las propias Estaciones de Servicio las que lanzan una propuesta a las administraciones para conseguir reducir al menos temporalmente el coste de sus productos. ¿Cómo podríamos conseguir bajar el precio del diésel y la gasolina?
Una de las demandas destacadas del presidente de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio, Nacho Rabadán, durante una reunión mantenida hace unos días con varios empresarios del sector fue la solicitud al Gobierno de España de una reconsideración de la fiscalidad aplicada a los hidrocarburos, así como la promoción del uso de bioetanol, siguiendo el modelo implementado en Francia. Nacho Rabadán hizo hincapié en que el Estado recaudó el año anterior aproximadamente 25.000 millones de euros mediante los impuestos a los hidrocarburos y el IVA, y sugirió una revisión de esta política fiscal, especialmente en el contexto actual que afecta a la inflación.
Además, se destacó la paradoja de que, en España, a medida que la gasolina se vuelve más "renovable" y contiene un mayor porcentaje de bioetanol, se pagan más impuestos, una situación que contrasta con la experiencia francesa, donde el bioetanol goza de beneficios fiscales. Esto ha llevado a un incremento en la exportación de bioetanol producido en España debido a la falta de demanda interna, según Rabadán.
Con esta propuesta el precio medio del litro de carburante (especialmente en el caso de la gasolina) podría llegar a reducirse en torno a 5 céntimos/litro, una reducción que si bien no es muy significativa sí serviría para amortiguar en la medida de lo posible las subidas aplicadas en los precios durante los últimos meses.