Polémicos pero necesarios: así son los controles especiales de la DGT para proteger a los ciclistas

Más de 4.600 kilómetros de carreteras repartidos en 140 rutas y a lo largo de 43 provincias diferentes se han convertido en puntos de especial atención para la Dirección General de Tráfico de cara a reducir la siniestralidad de los ciclistas.

Tras los numerosos casos de que se han dado a comienzos de este año 2017, la DGT activó un plan de urgencia para proporcionar rutas seguras para ciclistas donde se darían una serie de condiciones de uso de la vía muy específicas.

La creación de estas rutas ciclistas no ha estado exenta de polémica ya que estas carreteras pasan a ofrecer una clara prioridad para los ciclistas en detrimento de otros vehículos, especialmente en cuanto a velocidad y la vigilancia. Las rutas para ciclistas están activadas durante los fines de semana y festivos, habiéndose puesto en marcha el plan en Julio de este mismo año 2017.

Las principales características de estas rutas para ciclistas son la disminución de la velocidad máxima de la vía, una señalización específica de la ruta en su recorrido, mayor presencia policial y de controles de drogas y alcohol, vigilancia y control de la velocidad mediante el uso de radares fijos, móviles o , vigilancia de la distancia de adelantamiento entre vehículos y ciclistas que debe ser de al menos 1,5 metros y una mayor limpieza y conservación de las rutas por parte de los titulares de la carretera.

El resultado de este plan es haber conseguido que durante el mes de Agosto de 2017 no se haya producido ningún accidente mortal con ciclistas, poniendo en marcha 2.000 patrullas por parte de la Guardia Civil de Tráfico, encontrando 326 excesos de velocidad, 119 positivos en el alcohol, 21 positivos por drogas y 20 infracciones por adelantar sin respetar la distancia mínima de seguridad.