ASÍ FUNCIONA
Son muchos los conductores que creen que si comenten una infracción en un lugar diferente a donde está empadronado su coche, el castigo jamás llegará
El final de 2021 y el principio de 2022 estarán marcados por los trayectos por carretera que muchos harán para reunirse con familiares y amigos. Muchos de estos viajes implican un cambio de ciudad, de comunidad autónoma e, incluso, de país: escenarios en los que las normas pueden ser diferentes. La falta de conocimiento puede traducirse en una sanción, pero ¿llegarán a tu casa las multas que te ponen en un lugar diferente al de tu residencia habitual?
No vamos a tardar en salir de dudas: sí llegarán. La actual normativa da a cada Administración las competencias necesarias para elegir qué organismo tramitará las multas. A nivel nacional se encarga la Dirección General de Tráfico, menos en Cataluña y País Vasco donde esta responsabilidad es cosa del Servei Català de Trànsit y del Gobierno Vasco. Si la infracción tiene lugar en una localidad, se encargará el ayuntamiento, la Diputación Provincial y, a veces, alguna Mancomunidad.
Multas en ciudad, comunidades y países diferentes
El procedimiento sancionador se puede llevar a cabo porque existen convenios con aquellas administraciones que tienen competencia territorial en el lugar donde se ha cometido la acción ilegal. Gracias a estos acuerdos es posible, también, que el responsable cobre la multa a través de los servicios de recaudación con los que pueden embargar bienes (cuentas, créditos…) cuando el conductor decide ignorar la multa. Una acción que, por cierto, tiene un recargo del 20%.
Por último, las multas que te imponen en otro país también terminan llegando a tu buzón. Los Estados miembro de la Unión Europea también disponen de una serie de pactos: a través de ellos pueden solicitar toda la información del infractor a las autoridades de su país de origen para poder tramitar la correspondiente sanción.
¿Cómo te llega la multa?
Si la responsabilidad es de la DGT, la multa llegará a tu buzón mediante una carta certificada y si estás dado de alta en la Sede Electrónica de Tráfico, recibirás un aviso que te informará sobre la sanción que espera en tu buzón virtual. Si la firma la policía autonómica o la local, lo normal es que llegue con el correo postal.
En el primer caso podrás abonarla a través de la web de la DGT, de la aplicación miDGT, por teléfono (060) o presencialmente en cualquier Jefatura, en las oficinas de Correos o en las sucursales y cajeros de Caixabank. En el segundo paso tendrás que dirigirte al organismo que te ha sancionado: es habitual que se pueda pagar a través de la web del ayuntamiento o en alguna entidad bancaria.