¿CORREN PELIGRO LAS CIFRAS DE MATRICULACIONES?
En ocasiones hasta las administraciones más grandes sufren problemas, algo que le ha pasado en este caso a la Dirección General de Tráfico. Un problema informático que ha dejado miles de coches sin matricular, pero, ¿cuál es la solución?
Comprar un coche es más que adquirir un medio de transporte; es una inversión muy grande (generalmente una de las más grandes que hacemos a lo largo de nuestra vida) que va más allá del desembolso inicial. Hay que considerar factores como la depreciación, el mantenimiento, el consumo de combustible y los costes del seguro, entre otros muchas variables que entran en juego cada vez que salimos a circular. La elección de un vehículo también puede influir en la imagen que desprendemos, mientras que otros factores como la tecnología y la eficiencia del coche impactarán en su valor a lo largo del tiempo.
Cada año se matriculan en España miles y miles de coches nuevos, un proceso normal que, aparentemente, no supone mayor problema: el concesionario en el que se ha adquirido el vehículo lo pide a la fábrica y, tras "encontrarle" nuevo propietario, se pone en contacto con la Dirección General de Tráfico para registrar y dar de alta el vehículo por primera vez, asignándole por tanto una matrícula que le acompañará el resto de su vida útil.
A veces, sin embargo, pasan cosas. Pasan cosas y, como ha sucedido hace unos días, miles y miles de vehículos se quedan "colgados", colgados sin poder ser matriculados y, por tanto, sin poder asignarse y entregarse a sus nuevos dueños. Debido a un problema de la Dirección General de Tráfico, esta situación (que aún no está resuelta en su totalidad) ha puesto patas arriba a los concesionarios de media España y, por supuesto, a "obligado" a los compradores a añadir dosis extra de paciencia al proceso de espera. ¿Qué ha sucedido? ¿Es grave?
Un problema informático ha tenido la culpa, y es que según Europa Press, los sistemas informáticos de la DGT sufrieron una importante caída desde el mediodía del pasado viernes 29 de septiembre, último día laborable del mes y en el que se suelen registrar miles de matriculaciones de manera habitual. Este hecho ha impedido que varios miles de vehículos sean asignados a sus nuevos propietarios y, por tanto, se hayan podido entregar a tiempo.
Este insólito hecho, que en la DGT están intentando solventar a la mayor brevedad y utilizando todos los recursos a su disposición, supuesto también una importante merma en el número final de matriculaciones computadas en un mes de septiembre que ha sido especialmente malo, en parte por este hecho. ¿Es grave? Aparentemente no: la DGT ya ha recuperado casi todos sus servicios informáticos, volviendo a la normalidad.