UN ELEMENTO DE AERODINÁMICA TAN ELEGANTE COMO EFECTIVO
Nació en el ámbito de la competición y sirvió para agrandar la leyenda de Porsche
Cuando, en 1972, los responsables de ventas de Porsche vieron el curioso alerón trasero del 911 RS 2.7, un modelo pensado para correr en rallyes, no lo vieron con buenos ojos. Ese alerón fue rápidamente denominado como ‘Entenbürzel’, literalmente cola de pato, y no precisamente por cariño hacia las versátiles y adorables aves sino de manera despectiva. Hasta entonces, los Porsche 911 no habían tenido alerón trasero, sino una forma curvada sin interrupciones aerodinámicas.
Pero el RS 2.7, con un chasis más avanzado y un motor más potente, necesitaba generar más carga aerodinámica para poder conseguir el paso por curva del que realmente era capaz. De hecho, tenía que serlo para enfrentarse a sus rivales en circuitos, los Ford Capri o los BMW 2002 (del cual también saldría el 3.0 CSL y su kit aerodinámico por el que se le conoció como ‘Batmóvil). Los 911 tenían el problema de no ser tan estables en curvas rápidas como sus competidores, de modo que debían encontrar una solución en la parte trasera. La cola de pato fue dicha solución.
No sólo generaba más carga, sino que de hecho, como se probó en el túnel de viento con alambre y planchas de metal, se reducía el Cz (coeficiente de elevación) en 0,08, mejoraba el aerodinámico (Cx) y lograba mejorar la velocidad punta hasta los 240 kilómetros por hora. Argumentos que acallaron las críticas de los responsables de ventas y otros críticos, de modo que se vendió con este alerón ideado por Tilman Brodbeck junto a Hermann Burst. Una cola de pato que incluso figura como patente de Porsche, en concreto en el número 2238704 en el Registro de Patentes de Alemania.
Desde entonces, no hemos visto varias generaciones del Porsche 911 incorporar esta cola de pato por extraño que parezca, pues no aparecería en los posteriores 930 (caracterizado más bien por la más imponente cola de ballena), 964, 993 o 996. Hubo que esperar al Porsche 911 997 Sport Classic, limitado a apenas 250 unidades, para volver a ver un Porsche oficial con cola de pato en la parte trasera.
No sólo se ha visto en modelos de Porsche, sino que deportivos recientes como el Aston Martin Vantage o el Toyota GR Supra han adoptado este diseño en sus respectivas partes traseras. Además de las preparaciones aftermarket existentes con la que se puede añadir un spoiler en forma de cola de pato, claro está. Una solución sencilla, nacida de las carreras para crear una silueta icónica y elegante.