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70 aniversario de la marca

SEAT: 70 años reinventando la movilidad

La influencia social del SEAT 600 fue tan profunda que aquellos años sesenta se conocían como la 'España del 600'.

El SEAT 600 ha jugado un papel fundamental en el desarrollo de España. Gracias a este vehículo, las grandes ciudades se extendieron ya que permitió unir el centro con el extrarradio para llegar al trabajo. Se generalizaron también las segundas residencias, ya que permitió que la familias españolas de la época pudieran trasladarse al lugar de descanso durante los fines de semana o las vacaciones.

1957, arranca la España del 600

El SEAT 600 fue toda una revolución en su época | SEAT

Pequeño, maniobrable y capaz. El SEAT 600 era ideal para la ciudad, pero también se mostraba capaz de llevar de viaje a la familia media española, con todo su equipaje. Y si el matrimonio tenía cuatro niños y la abuela, en el SEAT 600 viajaban todos. En 1957 el gran sueño era conseguir un coche propio. Estamos hablando del inicio de la motorización en España. Entonces, una motocicleta con sidecar ya se consideraba un vehículo familiar. El SEAT 600, con sus puertas, su techo y su calefacción, iba mucho más allá de ofrecer movilidad personal, el SEAT 600 era un verdadero lujo, a un precio al alcance de la clase media española.

La aceptación fue tan grande que, antes de iniciar la fabricación del SEAT 600, la lista de espera ya superaba los dos años. A los cinco años, el 23 de julio de 1962, ya se habían fabricado 100.000 unidades del SEAT 600. Se trataba del 600 N, la versión "Normal" que se fabricó hasta julio de 1963. En total, se produjeron 131.985 unidades del 600 N. Aquél julio de 1963 se pasó el relevo al SEAT 600 D y se amplió la fabrica de Zona Franca en Barcelona, para duplicar la capacidad de producción.

Además de estas dos versiones del 600, también se comercializaron el 600 E y el 600 L. Durante los 16 años que estuvo a la venta el SEAT 600, 800.000 unidades salieron de la línea de montaje. Para entonces, era el momento de encontrar un sustituto más moderno.

SEAT 133, el primer modelo de fabricación exclusiva SEAT

El SEAT 133 recogió el espíritu del 600 | SEAT

En 1973, con la crisis del petróleo, SEAT ya había lanzado el 127. Sin embargo, había espacio para cubrir su gama con un coche heredero del 600. Este fue el 133, de tamaño parecido a su predecesor, pero más espacioso. Con un motor de menos de 900 cm3, el 133 ya era capaz de alcanzar los 44 CV gracias a su carburador de doble cuerpo.

La seguridad fue uno de los avances claros del SEAT 133, con un sistema de frenos con doble circuito, uno por eje. Ya incorporaba cinturones de seguridad, llevaba una columna de dirección articulada se evitaba la intrusión en caso de un choque frontal- y en los extremos de la carrocería contaba con estructuras de deformación progresiva.

La vida del SEAT 133 fue exitosa, con más de 190.000 unidades vendidas, fabricadas para toda Europa. A finales de 1977 se fabricaba en Argentina y en Egipto bajo licencia SEAT. No obstante, cinco años después de iniciar su fabricación, un verdadero icono llamaba a su puerta: llegaba el momento del SEAT Panda.

1980, la inteligencia del SEAT Panda

El SEAT Panda no duró demasiado en el mercado, pero fue todo un éxito | SEAT

Con un diseño sencillo de Giorgio Giugiaro, el SEAT Panda cambió el concepto de coche urbano. Estuvo disponible con las cilindradas del SEAT 133 y el 127. El maletero, gracias a la suspensiones traseras de dos ballestas longitudinales, era de 272 litros, gigante para el tamaño del coche. Además, esta suspensión permitía al Panda desempeñarse en el campo o caminos bacheados.

Su interior modulable, con tapicerías lavables, con un asiento trasero con hasta siete posiciones posibles incluso posibilidad de conformar una cama- y su sencillez revolucionaron el concepto de coche urbano. Como el 133, el SEAT Panda tampoco tuvo una vida larga. A los seis años, en septiembre de 1986 SEAT cesa su producción tras 463.000 vehículos ensamblados.

De SEAT Panda Marbella a SEAT Marbella, a secas

El Marbella nació como una versión del Panda, pero al final terminó teniendo su propio modelo | SEAT

En 1982, SEAT lanzó el Panda Marbella, una versión del Panda con asientos tapizados en terciopelo, faros antiniebla o cuentarrevoluciones digital. Todo acompañado de una pintura metalizada y una parilla distintiva.

Este coche urbano, sencillo y bien equipado, dio origen al SEAT Marbella. Josep María Martínez Serra fue el encargado de componer la nueva y juvenil imagen. El Marbella mantuvo el motor de 903 cm3 estrenado en 1969, lo que permitió mantenerlo vivo durante casi 30 años, ya que el Marbella aguantó hasta 1998. Con las cerca de 600.000 unidades del SEAT Marbella también cesó la producción de vehículos en Zona Franca, donde hoy se estampan piezas de carrocerías.

SEAT Arosa, un diésel para un urbanita

El Arosa fue el primer urbanita de la marca en incluir un motor diésel | SEAT

Maletero pequeño, habitáculo grande. El SEAT Arosa presentado en 1997 daba así la vuelta al concepto de coche urbano que provenía de los tiempos del SEAT Panda. Llegó año y medio antes que su primo el Volkswagen Lupo y, como éste, se fabricaba inicialmente en Alemania, convirtiéndose en el primer SEAT fabricado allí. Eso sí, en 1998 la producción se trasladó a Martorell.

Además de dos motores de gasolina (1.0 de 50 CV y un 1.4 de 60 CV), el SEAT Arosa ofrecía un motor diésel. Antes de su 'restyling' de 2000, también se incorporaron un motor 1.4 16v de 101 CV y un tricilíndrico 1.4 TDI de 75 CV.

En 2004 cesó la producción del Arosa, tras siete años, con 200.000 unidades fabricadas. Hubo que esperar hasta 2011 para volver a ver un SEAT en el segmento A: llegaba el SEAT Mii, el coche idóneo para la ciudad.

SEAT Mii Electric, el eléctrico asequible

El SEAT Mii Electric es el primer modelo eléctrico de la marca | SEAT

El catálogo de SEAT siempre ha ofrecido el coche urbano más adecuado a su tiempo. Hoy, éste se llama SEAT Mii Electric. Más allá de maniobrabilidad extrema, ofrece el tipo de movilidad que necesitan las ciudades. Sin ruidos, sin humos, ocupando el mínimo espacio posible en la calle. Aprovecha esos seis metros cuadrados para transportar cuatro pasajeros, sin necesidad de ir codo con codo, ni respirando cara a cara como en el transporte público. El Mii Electric ofrece un coste de adquisición de motor de combustión, con menor coste de uso. Su autonomía de 260 km (358 km en la parte urbana de WLTP) equivale a más de diez horas seguidas de conducción en ciudad. En un cargador rápido a 40 kW se puede recargar al 80 por ciento en una hora.

En un SEAT muchos aprendieron a arrancar en rampa para afrontar el examen del carné de conducir. ¿Reposacabezas, cinturones, eso qué es?, habrían preguntado en 1957. Hoy, un Mii está tan adaptado a la realidad de la movilidad segura que cada una de las plazas posteriores cuenta con anclajes Isofix y están dotadas del tercer punto de anclaje superior para las sillas infantiles. Si el hecho de incorporar un motor eléctrico no fuera suficiente facilidad para ponerse en marcha en una cuesta arriba, cuenta con un asistente de arranque en pendiente. Y lo acompaña con tantas medidas de ayuda, seguridad y confort como cabría esperar en un coche no-urbano. Airbags laterales de cabeza y de tórax, reconocimiento de señales de tráfico o asistente de salida involuntaria de carril. De nuevo, SEAT marca la movilidad urbana. La nueva movilidad.

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