UNA PELIGROSA MODA
Los radares son uno de los elementos de control más conocidos por los conductores, y pese a que son capaces de detectar comportamientos potencialmente peligrosos para todos, no son vistos como "amigos" precisamente...
Los radares son una herramienta clave para garantizar la seguridad vial, ya que su función es controlar el cumplimiento de los límites de velocidad y reducir los accidentes de tráfico. Sin embargo, en los últimos meses han surgido modas peligrosas en las redes sociales para evitar las multas, como las pegatinas reflectantes que alteran la visibilidad de las matrículas ante los radares con flash. Aunque estas soluciones pueden parecer efectivas, su uso es ilegal y conlleva sanciones graves que incluyen multas de hasta 6.000 euros, pérdida de puntos en el carnet y penas de cárcel.
La utilización de estos trucos no solo es una violación directa de la ley, sino que también pone en peligro a todos los usuarios de la vía. Los límites de velocidad no son arbitrarios; están diseñados para proteger la vida de conductores y peatones. Eludir la responsabilidad de respetar estas normas, utilizando métodos para ocultar las matrículas, puede tener consecuencias fatales. Además, muchos radares modernos ya utilizan tecnología de infrarrojos, lo que hace completamente inútiles estos trucos en infracciones diurnas o sin flash.
La Policía Nacional ha advertido en numerosas ocasiones que cualquier intento de ocultar o alterar la visibilidad de una matrícula es una infracción grave. En España, por ejemplo, el artículo 10 de la Ley de Tráfico estipula que las matrículas deben ser siempre perfectamente legibles. Las sanciones por no cumplir esta norma empiezan en 200 euros, pero si se demuestra que la manipulación es intencionada, las multas pueden ser mucho más severas.
Más allá del riesgo económico o legal, lo verdaderamente preocupante es el desprecio por la seguridad vial. Los radares están instalados en puntos críticos donde el exceso de velocidad puede ser especialmente peligroso, como cerca de colegios, hospitales o zonas con alta concentración de accidentes, e intentar burlar estos controles pone en riesgo la vida de todos en la carretera. La moda de las pegatinas reflectantes, hojas magnéticas u otros trucos ilegales no solo es una irresponsabilidad, sino que fomenta una cultura de imprudencia al volante.
En resumen, los intentos de evadir multas mediante la manipulación de matrículas no solo violan las normativas de tráfico, sino que también comprometen la seguridad de todos. Respetar los límites de velocidad y las reglas viales es fundamental para prevenir accidentes y mantener la integridad de las carreteras.