PARA LOS COCHES CON MÁS AÑOS
Los coches más antiguos son los que, a priori, lo tendrán más difícil para sortear las "dificultades" y las restricciones de las diferentes Zonas de Bajas Emisiones que inundarán en pocos meses la geografía española. Sigue habiendo, eso sí, cierta esperanza...
Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) son áreas urbanas donde se restringe el acceso a vehículos que no cumplen con ciertos estándares de emisiones contaminantes. Estas zonas han surgido como una herramienta clave en la lucha contra la contaminación del aire, un problema creciente en muchas ciudades europeas. El origen de las ZBE se remonta a las políticas ambientales de ciudades como Londres y Berlín, que implementaron estas zonas para mejorar la calidad del aire y proteger la salud pública. Con el tiempo, la idea se ha extendido por todo el continente, y hoy en día, las ZBE son comunes en muchas grandes ciudades europeas.
En España, la aplicación de las Zonas de Bajas Emisiones se ha convertido en una obligación legal para las poblaciones de más de 50.000 habitantes. Esta medida, que deberá implementarse en los próximos meses, forma parte de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, y su objetivo es reducir las emisiones de gases contaminantes en las áreas urbanas más densamente pobladas. La ley establece que los municipios deben definir y delimitar estas zonas, estableciendo criterios claros sobre qué vehículos pueden o no circular en ellas, basándose en la clasificación medioambiental otorgada por la Dirección General de Tráfico.
Los vehículos más antiguos, que generalmente no cumplen con las normativas de emisiones más estrictas, lo tendrán cada vez más difícil para circular en las ZBE. Estos coches, que no poseen etiquetas medioambientales o tienen las más bajas (B y C), podrían enfrentarse a restricciones severas o incluso a la prohibición total de acceso a estas áreas. Esto supone un problema muy importante para los propietarios de estos vehículos, quienes podrían verse obligados a buscar alternativas como la renovación de sus coches o el uso de transporte público.
Sin embargo, existe una excepción interesante para los vehículos matriculados como históricos, que pueden sortear las restricciones impuestas por las ZBE. Según la normativa, los vehículos históricos, aquellos que tienen más de 30 años desde su primera matriculación, se han mantenido en su estado original y tienen cierto valor como patrimonio cultural,pueden recibir un tratamiento especial. Estos vehículos pueden obtener un permiso especial que les permita circular en las ZBE, independientemente de su clasificación medioambiental.
Para matricular un coche viejo como histórico, se deben cumplir varios requisitos. El vehículo debe tener al menos 30 años de antigüedad, estar en su estado original, es decir, no haber sufrido modificaciones importantes más allá de las necesarias para su mantenimiento y funcionamiento, y no haber sido destinado al uso diario. Además, el vehículo debe ser evaluado por un laboratorio acreditado para certificar su estado de conservación. Una vez cumplidos estos requisitos, el propietario debe solicitar la catalogación del vehículo como histórico ante la Dirección General de Tráfico, presentando toda la documentación pertinente, incluido un informe técnico que acredite su valor como vehículo histórico.