ANTE UNA SITUACIÓN DE EMERGENCIA
Encontrarnos con nuestro coche sin capacidad para arrancar puede suponer un importante problema. Por eso, saber cómo podemos llegar a moverlo sin ayuda de nadie más cuando nos encontramos ante una situación de emergencia es más que aconsejable...
Nuestros coches son máquinas en las que se concentra una buena carga de tecnología, que gracias al trabajo de técnicos e ingenieros consiguen, en la inmensa mayoría de ocasiones, funcionar de manera adecuada y en resumen, cumpliendo su función: trasladarnos de un lugar a otro en una atmósfera de protección y comodidad, a mayor o menor ritmo, y con mayores o menores aspiraciones deportivas dependiendo del modelo en cuestión.
En cualquier caso, como máquinas que son, también son susceptibles de fallar. Las averías en los automóviles son al final eventos inevitables que pueden surgir en cualquier momento, afectando tanto a vehículos nuevos como a los más antiguos. Estas situaciones pueden ser frustrantes y sobre todo costosas para los usuarios, con averías que pueden manifestarse de diversas formas, desde problemas mecánicos como fallos en el motor, la transmisión o el sistema de frenos, hasta fallos eléctricos en el sistema de encendido o en los componentes electrónicos.
Una de las averías más frecuentes y de las que pocos coches se libran son las que tienen que ver con el arranque: un coche que no arranca puede suponer un gran problema que, además, suele surgir en el momento más inoportuno. Muchos conductores saben que pueden arrancar su coche a empujón en caso de necesitarlo, pero pocos conocen la manera de mover su coche si éste se ha quedado atascado en un sitio peligroso sin necesidad de que nadie salga en nuestra ayuda.
Imagina la situación de quedarse atascado con un coche que no arranca en medio de un cruce, en una rotonda, en un semáforo o, en definitiva, en cualquier vía con una densidad elevada de circulación. No podemos bajarnos a empujar porque corremos un riesgo muy alto de provocar un accidente, pero aún así, podemos mover el coche a un lugar más seguro si éste se encuentra a pocos metros. Lo podemos hacer con el método del arranque fallido. ¿En qué consiste?
Básicamente consiste en hacer mover el coche haciendo uso del motor de arranque: tan fácil como activar el arranque con la primera velocidad engranada. Cuando intentes hacer eso, el motor de arranque moverá el motor y éste, a su vez, hará moverse a la transmisión que sigue engranada a las ruedas. De esta manera, girando la llave, conseguirás que el coche se desplace a trompicones durante unos cuantos metros (mientras esté girando el motor de arranque) para poder apartar el coche de la situación de peligro.
De cualquier manera, no es recomendable abusar de este método, ya que ciertos elementos mecánicos como el propio motor de arranque, o la transmisión pueden sufrir en exceso.