Lo volvió a hacer.
Elon Musk se ha propuesto a revolucionar el sistema de transporte mundial y casi periódicamente lanza un nuevo sistema que está llamado a ello. Comenzó presentando su visión del automóvil a través de Tesla, para evolucionar con tecnologías tan futuristas como el
Hyperloop o la opción de unir distintas partes de la ciudad a través de túneles. Ni Musk, ni su empresa,
SpaceX, se han dormido en los laureles y ahora ya planean una forma de llegar a Marte. Sin embargo, para realizar este último paso, el empresario sudafricano cree que primero hay que trabajar mucho en la tierra, concretamente en la opción de realizar viajes de largo recorrido entre distintos puntos del planeta en apenas unos minutos gracias a la utilización de cohetes reutilizables. Ha sido precisamente en la convención realizada durante esta semana Adelaida, Australia, con motivo del IAC (International Astronautical Congress), en la que SpaceX ha presentado un plan que les
permitirá unir el Falcon Heavy, el Falcon 9 y la Cápsula Dragon en un único cohete bautizado como BFR que permitirá estos viajes comerciales terráqueos de forma supersónica.
El objetivo no deja de ser otro que crear una especie de aerolínea que permitirá unir destinos tan lejanos como Nueva York o Shanghái en apenas media hora gracias a la posibilidad del BFR de
alcanzar velocidades de 27.000 km/h. Las siglas, lo suficientemente elocuentes para saber de qué hablamos:
Big Fucking Rocket, porque sus medidas, de 122 metros de altura, 12 metros de diámetro y un peso de 4.400 toneladas, son incluso mayores que las del Saturno V que utiliza la NASA. El BFR está
equipado por 31 motores Raptor y tendrá capacidad para 100 pasajeros repartidos en 40 cabinas distintas en las que según Elon Musk, habrá posibilidad de realizar actividades en gravedad cero, ver películas y demás propuestas de ocio para hacer que esa media hora que tienes hasta tu destino a miles de kilómetros de distancia se te pasen aún más rápido. Puede parecer que estemos hablando de un futuro muy lejano, sin embargo, SpaceX
quiere comenzar con la construcción de este imponente cohete en el próximo medio año y 2022 como fecha para iniciar la colonización del Planeta Rojo. En cuanto a
las plataformas de lanzamiento y de aterrizaje, el BFR aprovechará del sistema vertical con el que ya cuenta el Falcon 9 y que ha sido probado en más de una ocasión por la ‘Boring Company’ de Musk. Esta plataforma se establecería en el agua, accediendo a ella los pasajeros por barco.