TAMBIÉN PUEDE SER DIÉSEL O GASOLINA
En Centímetros Cúbicos probamos el nuevo DS4, con un diseño en homenaje a la aviación.
Los coches con microhibridación ya representan un 31% de las matriculaciones en nuestro país. Y es que son la puerta de entrada a la electrificación para los que todavía no se atreven con los 100% eléctricos o no quieren depender de un enchufe.
DS quiere ser puramente eléctrica muy pronto, mientras toda su gama puede ser de gasolina, diésel, híbrida enchufable... sumándose ahora el último en llegar, que es un microhíbrido, aunque nada convencional porque es capaz de ir en modo 100% eléctrico. Lo hemos puesto a prueba con el DS 4, que tampoco es un DS 4 cualquiera, ya que se trata de una versión especial que, homenajea, podríamos decir, a la aviación.
Porque denominado DS 4 Antoine de Saint Exupéry, homenajea al escritor francés del mismo nombre y a su novela “Correo Sur”, que narra la vida de los pilotos que se encargaban de los vuelos postales a principios del Siglo XX. Referencias que podemos encontrar, por ejemplo, en su exclusiva tapicería de cuero Nappa marrón en asientos y paneles de las puertas, que parece surgida de los aviones de los años 20 y 30. También el salpicadero luce un avión y la frase “las estrellas miden las verdaderas distancias”, incluida en su novela.
En el exterior se puede diferenciar a esta versión especial por unas llantas exclusivas de 19 pulgadas de aleación de aluminio, material muy utilizado en aviación, y una rejilla negra en el frontal. Que es la zona del coche que más llama la atención, por unos faros Matrix LED direccionales y unas luces diurnas ubicadas verticalmente en los laterales. La caída y pilotos traseros redondean un diseño elegante y marcado con efecto de escamas.
Ya en los primeros kilómetros te das cuenta de que este DS4 es muy fácil de conducir, maniobrable y ágil. El Head-up Display de realidad aumentada proyecta en el parabrisas una imagen de 21 pulgadas con toda la información de velocidad, navegación, señales, movimientos… Todo en pro de la seguridad. Una seguridad que sigue en el sistema central, al que le puedes pedir lo que quieras con “OK IRIS”.
Como ya he adelantado, bajo el capó llevamos un motor microhíbrido; o mejor dicho, un microhíbrido auto-recargable. El conjunto está compuesto por un motor de gasolina de 136 CV, otro eléctrico que le aporta una potencia extra de 28 CV y una batería con una capacidad máxima de 0,9 kWh. Todo ello se combina con una caja de cambios automática de doble embrague y seis velocidades, también electrificada.
Lo más interesante de este sistema es que la batería que alimenta el motor eléctrico y se recarga aprovechando las frenadas y desaceleraciones, además de asistir al motor de gasolina cuando arrancas, aporta más empuje a la hora de acelerar o cuando necesitas adelantar rápidamente. Puede proporcionar, además, 1 kilómetro de rodaje 100% eléctrico mientras no superes los 30 km/h, algo especialmente indicado para las zonas urbanas de tráfico restringido, las ZBE.
Puede parecer complicado su funcionamiento, pero te adaptas muy rápido. Y con una gran ventaja añadida: su bajo consumo. Que un compacto de estas prestaciones no supere los 5 litros cada 100 kilómetros es una pasada.
Por supuesto, esta motorización no afecta a la habitabilidad del DS 4, que mantiene el mismo espacio para cinco pasajeros y 439 litros de capacidad en el maletero.
Materiales de calidad, conectividad segura y mimo por los detalles en el interior; un diseño diferente, refinado y exclusivo bajo esta piel “Night Flight”, un color que también es un guiño al escritor francés. Y eficiente para moverse a diario por la ciudad y con carácter para viajar. El DS 4 es todo lo que se le puede pedir un coche compacto hoy en día.