SUV ELÉCTRICO CON 400 CV Y 470 KM DE AUTONOMÍA
Hemos probado el Jaguar i-Pace, actualizado en 2022 gracias a nuevos detalles técnicos y estéticos. Un eléctrico que es mucho más que eso, pues que sus prestaciones son formidables… y diferente al resto.
El Jaguar i-Pace fue uno de los primeros SUVs eléctricos del mercado, pero sigue tan en forma como el primer día. Las prestaciones son realmente sorprendentes… Y es que el modelo británico es capaz de acelerar de 0 a 100 en 4,8 segundos.
Sus 400 caballos, producto de sus dos motores eléctricos, uno en cada eje, le dotan de una aceleración propia de un super deportivo. Y para alimentar estos motores, el i-Pace va equipado con una batería de 90 kiloWatios-h de capacidad.
Es increíblemente ágil aun pesando más de 2.200 kilos de peso. Pero lo que nos ha dejado boquiabiertos es lo rápido que es que hundes el pie derecho y los 400 CV te pegan al asiento de forma instantánea. Es muy llamativo que debajo de una carrocería concebida para la vida familiar haya tanto nervio.
La primera vez que te cruzas con un Jaguar I-PACE sabes que te vas a girar para echar un vistazo a ese SUV que ya ha demostrado que las cosas se pueden hacer de otra forma en un segmento tan competitivo como el suyo. También porque vehículos tan exclusivos no se ven por la calle. Seguramente el precio tenga que ver. Lo veremos después.
Igual que sabes que cuando circules con él su encanto británico atraerá miradas… y si todavía no eres consciente de ello, lo serás. Créeme, y más con el color cereza y las llantas, parrilla y logos negros del i-Pace Black. Bueno, volvamos al lío. Así ha sido la prueba del Jaguar I-PACE.
Tenemos entre manos el Jaguar I-PACE Black EV400. O lo que es lo mismo: una unidad en la que ya podemos apreciar las mejoras que la marca británica ha aplicado a su primer coche completamente eléctrico para hacer frente a rivales como el BMW iX3, Ford Mustang Mach-E, Audi Q4/Q6Q8 e-tron, Mercedes EQC,EQE Suv, Tesla Model Y y un largo etcétera. La primera de ellas salta a la vista: el mencionado tono metalizado de la carrocería es una de las novedades.
Antes de subirnos a bordo damos un pequeño rodeo alrededor del felino que nos acompañará los próximos días. Un primer reconocimiento en el que nos cruzamos con la nueva (y elegante) parrilla negra, con unos faros Matrix LED o con elementos que juegan un papel clave en la aerodinámica como la abertura inferior que canaliza el aire por el capó o el alerón ubicado al final del techo. Las llantas de aleación pueden ir de las 18 a las 22 pulgadas, pero en nuestro caso se quedan en 20.
Por lo demás, el Jaguar I-PACE mantiene sus medidas (4,68 metros de largo, 2,01 de ancho y 1,56 de alto) y su peso: 2,2 toneladas de las que no seremos demasiado conscientes en nuestra prueba. Aunque sobre el papel pueda parecer increíble.
Nos subimos a bordo y antes de arrancar es necesario dedicar algo de tiempo al espacioso habitáculo del I-PACE. Revestido con una de las nuevas tapicerías de piel (la Grained Ebony), los asientos delanteros tienen hasta 16 regulaciones diferentes y varias memorias para configurarlos a nuestro antojo. Y, por cierto, son calefactables: tanto los delanteros como los traseros.
Acomodados en el puesto de conducción, tenemos ante nosotros un cuadro de instrumentos digital de 12,3 pulgadas que podemos personalizar con la opción de visualización que prefiramos: navegación, multimedia… Por encima de esta pantalla y del volante multifunción surge el head-up display en el que podemos ajustar la información que queremos que nos muestre, su altura, etc.
Siguiendo con la dotación tecnológica del I-PACE nos encontramos con las dos pantallas que presiden la consola central. La principal tiene 10 pulgadas, integra el nuevo sistema multimedia Pivi Pro y tiene un funcionamiento de lo más fluido. Es compatible con Apple CarPlay y Android Auto, su software se puede actualizar de forma inalámbrica y lo podemos asociar al sistema de sonido Meridian Surround con 16 altavoces y subwoofer con una potencia de 750 W.
Justo debajo de esta pantalla nos encontramos una más pequeña para ajustar la climatización e ionización del interior del Jaguar. Y aunque las comparaciones son odiosas, a veces, es necesario hacerlas: la calidad de la del sistema de infoentretenimiento no tiene nada que ver con esta… y está rodeada de un negro piano que no entiende de segmentos.
Además, algo tan recurrente como este ajuste es preferible, desde mi punto de vista, que se haga mediante los clásicos botones porque distraen (mucho) menos. Y hablando de botones: en la parte inferior, enmarcando el hueco portaobjetos de la consola central, está la botonera doble con la que seleccionamos las marchas y los modos de conducción.
El segundo es la cámara Surround 3D que cuenta con cuatro visores exteriores para ofrecer un control de aparcamiento de 360 grados con una interesante vista exterior del propio coche en perspectiva 3D. Una aplicación que se agradece especialmente cuando te mueves por las calles de la ciudad en busca de aparcamiento y encuentras uno de los pocos huecos que quedan libres.
Pasamos a la parte trasera del Jaguar I-PACE donde tres adultos pueden viajar cómodamente y dos pueden hacerlo muy cómodamente: la diferencia radica en que la persona que vaya en el medio tendrá que compartir trayecto con un pequeño túnel central. El ángulo de apertura y acceso es bueno y una persona que mida 1,80 metros tendrá espacio de sobra para las piernas.
El maletero tiene un sistema de apertura y cierre eléctricos. Ofrece 505 litros y el respaldo de los asientos posteriores se puede abatir en una proporción 40:20:40 aumentado la capacidad hasta los 1.163 litros. A este espacio hay que sumar el pequeño compartimento de 27 litros que hay bajo el capó y que es perfecto para llevar los cables de carga que nos acompañarán estos días.
Estamos deseando entrar en faena, pero es necesario hacer las pertinentes presentaciones. El Jaguar I-PACE está equipado con un sistema eléctrico de 400 CV y 696 Nm formado por dos motores de 200 CV de potencia y 348 Nm de par. Una potencia que es transmitida a las cuatro ruedas.
La batería de iones de litio con refrigeración líquida está compuesta por 432 celdas distribuidas en 36 módulos. Tiene una capacidad de 90 kWh que se traduce, según la cifra oficial del Ciclo WLTP, en 470 kilómetros. La realidad de estos días nos revelará que es mejor plantearse una cifra que ronde los 350 kilómetros para intentar llegar a los 400. Con un punto de carga rápida recuperarás el 80% en 45 minutos, pero en un Wallbox de 7 kW necesitarás 10 horas, más o menos.
Y ahora así: ¿cómo va el Jaguar I-PACE? Lo que más sorprende en las primeras horas que pasamos a bordo del SUV británico es la sensación de moverse con absoluta normalidad y soltura… teniendo en cuenta que no es un coche pequeño ni ligero. El I-PACE no se adorna y tampoco se complica.
El chasis cuenta con una buena base y, además, la situación de sus baterías ayuda a que el centro de gravedad sea bastante bajo. Con este punto de partida, el Jaguar consigue que te olvides de que estás conduciendo un SUV: los motores empujan sin interrupciones, no encontramos fallos en su motricidad, algo de esperar con un sistema de reparto de par, y no hay balanceos, algo a lo que contribuye la suspensión neumática con función adaptativa.
La dirección es directa y comunicativa, tanto que, a veces, resulta algo incisiva. La frenada regenerativa, no obstante, es menos potente que la de algunos de sus rivales: en algún punto se tenían que notar las 2,2 toneladas. El otro ‘pero’ que hemos encontrado es su diámetro de giro: entre bordillos es de 12 metros, un problema para aquellos conductores que se mueven, sobre todo, por ciudad. Además, las formas exteriores no te dejan ver claramente dónde acaba el coche entorpeciendo las maniobras de aparcamiento.
Eso sí, lo que mejor se le da es correr. El Jaguar I-PACE corre más de lo que puedes esperar en un coche de sus características: pasa de 0 a 100 en 4,8 segundos, una cifra bárbara. Acelerar desde parado con él es una experiencia de lo más divertida, sobre todo cuando no te esperas semejante capacidad instantánea de aceleración. Anécdotas aparte, es una característica que aporta seguridad en los adelantamientos puesto que estaremos menos tiempo invadiendo el otro carril.
El Jaguar I-PACE es, en definitiva, un SUV que sorprende porque tiene maneras de gran turismo y, además, coquetea con la deportividad. Se mueve con soltura en carreteras reviradas, evidencia que la ciudad no está hecha para él y, sobre todo, es un modelo premium en todos los sentidos. Con él las cosas se han hecho de forma diferente y eso tiene un precio.
El I-PACE está disponible con un PVP a partir de 95.000 Euros.