25 AÑOS EN EL MERCADO
Nos hemos puesto al volante de la versión tope de gama, un híbrido claro- con 370 caballos de potencia.
En el año 1998 Lexus presentó al mundo el primer RX. Uno de los pioneros en el segmento de los SUVs de lujo. Un segmento que en aquel entonces apenas tenía rivales. Hoy, 25 años más tarde, es toda una referencia y en el que todas las grandes marcas quieren estar.
El frontal de este Lexus da una vuelta de tuerca más a su parrilla en punta de flecha. Ahora se integra en la carrocería y el capó le da una nueva dimensión. Las luces son LED y su haz es adaptativo.
Mantiene el diseño de techo flotante, disimulando el pilar C. En la parte trasera, los pilotos, integrados en una tira luminosa, cierran el diseño. Además, las llantas son ahora de 21 pulgadas.
El exterior es una evolución natural de ese lenguaje de estilo tan peculiar de Lexus. Pero aquí dentro es donde más se valora el nuevo diseño: más limpio, más cómodo, más lógico…
Una pantalla táctil de 14 pulgadas, con una interfaz que, ahora, es muy intuitiva y fácil de usar. Con botones físicos, para las funciones más frecuentes; techo panorámico, con la mitad delantera practicable; y un puesto de conducción que han bautizado como Concepto Tazuna.
Esta quinta generación del RX cuenta con tres mecánicas en su catálogo. Empezando por un híbrido autorecargable con 250 caballos. Le sigue un híbrido enchufable con 309. Y como tope de gama la versión más prestacional (unidad de prueba) otro híbrido con 370 caballos de potencia.
Además, esta generación del RX incluye una nueva tecnología que la marca llama Direct4. Se trata de un sistema de tracción integral con un motor eléctrico en el eje trasero y la unidad de propulsión principal en el delantero.
Pero con este sistema repartiendo la entrega de potencia entre los ejes de forma dinámica en la entrada de una curva, por ejemplo, o en la salida… Consigue un comportamiento mucho más afinado y, además, más seguro.
Hemos probando el 500h. Tiene lo mejor de los híbridos no enchufables y los 370 caballos te dan más de una alegría. Además, a nada que le pongas un poco de atención, puedes hacer consumos muy ajustados.
Incluso en una carretera con curvas, en la que tienes que frenar una y otra vez, cambiar el ritmo, acelerar… Desde luego, no es su escenario preferido, pero el RX va fino y suave, es todo dulzura.
Y hablando de cosas dulces y relajantes, Lexus ha sacado un programa que llaman Lexus Relax, que consiste en un plan de mantenimiento que incluye una garantía de hasta 10 años. Para conducir relajado de verdad.
A esto último también contribuyen sistemas de ayuda y asistencia a la conducción como la frenada de emergencia, que ahora incluye dirección de emergencia. Para estabilizar el coche en caso de evitar un obstáculo. O los asistentes de crucero adaptativo o conducción proactiva.
Y uno que me gusta especialmente: el de salida segura del coche. El sistema usa las cámaras y sensores para detectar si viene un ciclista o un coche por el ángulo muerto. Si es así, la puerta no se abre hasta que pase. Lexus asegura que se pueden evitar hasta el 95% de accidentes de este tipo.