Prueba Lexus LM: un multiespacio con alma de limousina o vehículo de representación

Lexus lo define como “transporte de lujo”, un vehículo centrado en las personas. Puede ser el coche para familias numerosas o un vehículo de transporte para pasajeros, donde estos podrán viajar relajados o aprovechar el tiempo para adelantar trabajo. Y todo bajo una carrocería de lo más interesante. En su imagen grande y “cuadrada” destaca su gran frontal, una ligera barra en forma de L que atraviesa el vehículo de extremo a extremo y sus grandes ventanas laterales, así como su elegante portón.

Te parecerá extraño que comience en las plazas traseras, pero es que, no querrás, realmente necesitarás viajar aquí dentro. Al más estilo cabina business de un avión, estos dos asientos de la segunda fila son realmente envolventes.

Cuentan con un reposacabezas de tipo almohada que se regula en altura, reposabrazos amplios y reposapiés extensibles y ajustables. Además de regulación eléctrica, calefacción y ventilación.

Pero hay más. Múltiples compartimentos para guardar objetos o llevar bebida; una mesa “escondida”; y un Smartphone que no lo es. Se trata de un dispositivo para ajustar desde aquí atrás el climatizador, la iluminación interior, las cortinillas de las ventanas y el sonido.

Y como todo en el LM es exclusividad, el sonido está firmado por Mark Levinson. Un equipo a medida con efecto envolvente y 21 altavoces, que dan la sensación de estar en el cine. También es el primer modelo del mundo en ofrecer una función de reconocimiento de voz que responde a las peticiones de los pasajeros de los asientos traseros.

La tercera fila, que puede ser de 2 o 3 asientos, tampoco se queda corta. Se accede a través de un sencillo botón que desliza los asientos secundarios. El nivel de confort es un punto menor, pero el espacio es el mismo, con todo el mimo por los detalles, como huecos portaobjetos o carga para el móvil. Además se pueden deslizar fácilmente para tener más o menos espacio en el maletero, donde caben, como mínimo, cuatro maletas de mano.

Del mismo modo, los cuatro asientos traseros de esta LM, las puertas laterales y el techo solar se pueden controlar a través de un panel central en el techo, o de una consola superior multimedia de 14 pulgadas que se despliega al abrir el coche.

Que el LM es grande resulta evidente. Pero en marcha no parece que estemos en un vehículo de más de 5 metros de largo, casi 2 de ancho y 1,94 de alto. Es suave, sin vibraciones, silencioso y muy fácil de conducir. De hecho, el volante y los pedales están situados en una posición muy cómoda, como la de un turismo convencional, y su gran parabrisas ofrece una vista despejada de todo lo que nos rodea.

Pero no es magia. Es el trabajo de Lexus para contrarrestar las desventajas aerodinámicas de las minivans o grandes monovolúmenes. Varios ejemplos: un bajo centro de gravedad, mayor rigidez de la carrocería, un reducido peso por el uso de aluminio y finas chapas de acero, una suspensión que absorbe bien las imperfecciones de la carretera, y un equipo de frenos suave y preciso, sobre todo para evitar los desplazamientos.

También va equipado de serie con tracción total electrónica E-Four, con un incremento del nivel de distribución del par a las ruedas traseras, para dotar al vehículo de una mayor estabilidad en las curvas y contribuir al confort de todos los pasajeros.

¿Y qué sería del confort de marcha sin un buen empuje cuando es necesario? El LM, denominado LM 350h, guarda bajo el capó el motor Lexus eléctrico híbrido autorrecargable de 2.5 litros con 250 CV de potencia máxima. Un sistema que ofrece una respuesta generosa a la par que eficiente.

Así que, a quien le guste más conducir que viajar, aquí delante también se respira calidad y amplitud. No falta una gran guantera central, otra más pequeña con carga inalámbrica y una pantalla táctil multimedia de 14 pulgadas con mandos giratorios físicos para el aire acondicionado y el audio. Todo pensado para facilitarnos la vida. ¿Necesitas algo más?