5,5 LITROS A LOS 100 Y ESPACIO FAMILIAR
La Clase C siempre ha cargado con la complicada misión de trasladar hasta el segmento de las berlinas medias gran parte de la carga tecnológica de la Clase S, y esta generación no es una excepción.
La berlina de segmento D de Mercedes, la clase C, en ésta su última generación nos gusta porque, como siempre, muestra la línea del buque insignia de la marca, el Mercedes Clase S, que disimula los volúmenes y dimensiones de la carrocería. El frontal llama la atención por su parrilla, de gran tamaño, así como por sus grupos ópticos, alargados y afilado, con un enfoque más deportivo. Nuestra unidad de prueba, el estate, agradece especialmente ese esfuerzo de buscar la armonía porque reduce el impacto del 'cuarto' volumen propio de los familiares.
Mecánicamente, la cuarta generación del Mercedes Clase C de 2021 sigue la moda actual del downsizing, y ha dejado de utilizar motores de más de cuatro cilindros, salvo los AMG. En gasolina, el Mercedes Clase C usa motores microhibridación EQ Boost con potencias que van desde los 170 CV -C 180- hasta los 258 CV del C 300.
En diésel, por su parte, se recurre a motores también con microhibridación y cuatro cilindros, con potencias que abarcan desde 200 CV -C 220d (unidad de prueba)- hasta los 265 CV del C 300d. La última alternativa es la híbrida enchufable C 300e, con 313 CV y 100 kilómetros de autonomía eléctrica gracias a una batería de 24 kWh de capacidad.
El interior del Mercedes Clase C recuerda muchísimo al de la Clase S. Así, nos encontramos con habitáculo con materiales formidables y ajustes 'top' con mucha decoración en forma de molduras e iluminación ambiental. Pero, sobre todo, tecnología.
El espacio a bordo es amplio gracias a una generosa distancia entre ejes, ofreciendo también un maletero que roza los 500 litros de capacidad. El Clase C utiliza todo tipo de sistemas para mejorar la conducción tales como suspensión neumática y un inédito -en su segmento para Mercedes- eje trasero direccional que permite mejorar los giros y la maniobrabilidad en toda situación.
Desde Mercedes han trabajado además en mejorar la insonorización y el confort de marcha para convertir al Clase C en la referencia del segmento, acercándolo una vez más a la calidad de rodadura que puede ofrecer la Clase S de la marca de la estrella.
Mercedes Clase C Estate familiar
Para nuestra prueba de la nueva clase C, elegimos, como ya hemos comentado, el Estate, con la misma longitud de 4.75 metros pero con una carrocería en la que el tercer volumen está integrado, resultando así más práctico y polivalente.
El diseño es el típico de un vehículo familiar, aunque muy refinado, dando acceso además a una superficie de carga de gran tamaño con un maletero que cubica casi 500 litros, ampliables por encima de los 1.500 litros al abatir la segunda fila de asientos, maniobra que puede llevarse a cabo cómodamente desde el propio maletero.
Basado en el Mercedes Clase C con carrocería Estate, nuestro All-Terrain, es el puente perfecto entre un familiar de toda la vida y un todocamino. En este vídeo os vamos a explicar qué cambia con respecto a un Clase C familiar, y por qué es el coche perfecto para aquellos que quieren un coche aventurero pero no quieren comprarse un SUV.
El Clase C All-Terrain es el hermano pequeño del Mercedes Clase E All-Terrain, y la primera vez que Mercedes lanza un familiar aventurero de sus dimensiones. Es lógico que tome de su hermano mayor sus principales elementos distintivos, como son unos pasos de rueda de plástico oscuro o unos paragolpes específicos. En estos paragolpes se imita la presencia de un cubrecárter metálico.
Llama la atención la calandra, que pierde la mayor parte de sus cromados, y el paragolpes trasero de plástico sin pintar y un aspecto más sufrido. Otro detalle positivo es que sus llantas son de 19 pulgadas como máximo, y 17 pulgadas en la dotación de serie, con el objetivo de mantener un cierto balón en sus neumáticos, que facilite la conducción fuera del asfalto.
No nos llevemos a engaño: es un coche pensado para pistas en buen estado y un camino roto es la mayor dificultad a la que lo podríamos someter con garantías. Para convertir a un familiar de calle en un coche más apto para salir del asfalto, Mercedes ha elevado su altura libre al suelo en 40 mm. Además, han reforzado las manguetas delanteras y en vez de llevar suspensión adaptativa, emplea suspensiones pasivas con un tarado orientado al confort.
Por si esto fuera poco, cuenta con dos modos de conducción específicos para salir del asfalto. El modo Off-Road adapta el funcionamiento del control de tracción del coche a terrenos de baja adherencia, además de ajustar la respuesta del tren de rodaje. A este modo de conducción le acompaña el Off-Road+, que incluye un sistema de control de descenso de pendientes y un nuevo entorno informativo enla instrumentación digital, que incluye un inclinómetro, una brújula y nuestras coordenadas GPS.
Como es lógico, todos los Clase C All-Terrain cuentan con tracción total permanente 4MATIC, que en su última evolución es capaz de enviar hasta un 45% de la potencia al eje delantero.
El All-Terrain sigue impresionando a nivel tecnológico, especialmente con su pantalla táctil orientada al conductor de 11,9 pulgadas y su instrumentación digital de hasta 12,3 pulgadas. El sistema MBUX 2.0 sigue siendo la espina dorsal del infoentretenimiento, y a la hora de hacer este vídeo, uno de los mejores sistemas del mercado. Por último, el maletero del Mercedes Clase C All-Terrain cubica 490 litros, los mismos que el familiar.
El C All-Terrain se vende únicamente con la mecánica diésel, el 220 d (204 CV), asociada a una caja de cambios 9G-Tronic de nueve relaciones y convertidor de par.
Precio: desde 59.844€.