UN AUTÉNTICO LABORATORIO RODANTE
Al igual que el modelo original en el que está basado conceptualmente, este coche incorpora tecnologías experimentales o de última generación.
El Mercedes-Benz C111 fue el proyecto de un automóvil superdeportivo nacido en 1969 y finalizado en 1979 a través del cual existieron diferentes versiones de un coche meramente experimental (jamás llegó a comercializarse). En 2023, la marca alemana ha decidido presentar un “concept car” mediante el que reinterpreta el aspecto y la filosofía innovadora de aquel prototipo.
Lo hace con un vehículo 100% eléctrico cargado de tecnología de vanguardia y con unos rasgos estéticos que heredan el estilo de aquel laboratorio sobre ruedas. El nuevo producto, creado como un ejercicio de diseño y como un escaparate científico, ha sido bautizado como Vision One-Eleven y, de llegar a fabricarse para su venta, podría ser uno de los BEV más rápidos del mundo. Quién sabe si más que el Ricam Nevera.
El “C111 moderno” cuenta con una apariencia tan afilada y radical como la del modelo original, aunque con una serie de detalles pensando en el futuro de la movilidad. Esta especie de resurrección aún dispone de puertas con apertura perpendicular al piso, unas salidas de aire frontales como las del clásico y unos pilotos traseros circulares, si bien quedan simulados sobre una pantalla. En general, se mantienen las líneas maestras del automóvil histórico, aunque con elementos aerodinámicos adicionales.
En el interior del Vision One-Eleven se hallan pocos mandos y la ornamentación justa. A pesar de una altura total muy reducida (1,17 m), es una cabina luminosa y diáfana donde destacan unos asientos construidos en una sola pieza, un visor horizontal que muestra información mediante píxeles (imitando los primeros cuadros de instrumentos digitales) y un volante similar a los que se emplean en el mundo de la competición. Además, tiene botones giratorios y satelitales.
Sobre su sistema de propulsión, cabe decir que está compuesto por cuatro motores de tipo axial, uno por cada rueda, con una potencia máxima combinada de hasta 1.341 CV. Los alimenta una batería de nueva generación que deriva de las que se emplean en la Fórmula 1 actual. A la hora de conducirlo, se puede hacer de una forma absolutamente manual o de un modo completamente autónomo. En tal sentido, lleva una avanzada realidad aumentada para mejorar la visibilidad y el manejo en cualquier circunstancia.
Desarrollado de una manera casi íntegra en el centro de diseño que Mercedes posee en California (Estados Unidos de América), el prototipo en cuestión es un homenaje a un coche que sirvió a la firma germana durante su época más dorada a nivel industrial como base para la creación de tecnologías disruptivas. Algunas de las ellas llegaron a vehículos de producción en la década de 1980.