De momento, solo la versión familiar
E-Tech es el nombre que Renault ha escogido para englobar a todos los modelos y versiones electrificados de su gama. El último en unirse a la familia es el Mégane, que llegará el próximo verano.
Renault, como otras tantas, ha puesto en marcha una estrategia para electrificar su gama. Bajo el concepto E-Tech, la marca está ampliando su oferta a base de motorizaciones híbridas e híbridas enchufables que aplica a nuevos modelos o a los que ya forman parte de la casa francesa. Esto es lo que ha sucedido con el Renault Mégane E-Tech Plug In, el último en entrar a formar parte de esta familia en la que ya están el Captur (también híbrido enchufable) y el Clio, éste en versión híbrida.
La idea inicial era presentar esta parte de su ofensiva eléctrica en el Salón de Ginebra, pero la suspensión del eventodebido al coronavirus ha cambiado los planes. Renault mostró todos los detalles de la versión híbrida enchufable del Mégane de forma telemática y, además, explicó que será una variante muy castiza: se fabricará en la planta que tiene en Palencia. Su llegada está prevista para este verano, pero todos sus detalles ya están aquí.
De momento, sólo el familiar
La primera versión del Renault Mégane con un sistema híbrido enchufable sólo estará disponible para la carrocería familiar, es decir, la Sport Tourer. En un futuro, todo apunta a que el Mégane tradicional también contará con una variante PHEV, pero todavía no hay fechas concretas. A simple vista no se aprecian cambios estéticos porque las diferencias con los modelos tradicionales las encontramos bajo el capó.
El Renault Mégane E-Tech Plug-in está equipado con un motor 1.6 de gasolina, dos eléctricos y una batería de 9,8 kWh. Esta capacidad genera, según la marca, una autonomía de 50 kilómetros en ciclo mixto y de hasta 65 en ciudad. Además, con ella, el Mégane puede circular a velocidades de hasta 135 km/h en modo eléctrico. La presencia de la batería no ha afectado a la capacidad del maletero, pero sí lo han hecho los cables de carga: el Mégane enchufable se queda con 434 litros de capacidad, es decir, pierde 80 litros si lo comparamos con un Mégane Sport Tourer normal.
Una caja de cambios sin embrague
Cabe destacar que el Renault Mégane E-Tech Plug-in se ha beneficiado de la experiencia de la marca en la Fórmula 1. Gracias a ello, ha sido equipado con una caja de cambios ‘crabot’ que no usa embrague. Los motores eléctricos igualan la velocidad de giro del motor de combustión y la de los engranajes de la transmisión; además, ponen en marcha el coche cuando éste sale desde parado.
Por último, el Mégane E-Tech Plug-in ofrece el sistema Multi-Sense, que integra tres modos de conducción: Pure (completamente eléctrico si hay carga para ello), MySense (híbrido con la función E-Save, que conserva la carga de la batería) y Sport (saca el máximo partido a los tres motores).